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Las ciudadanas queremos…

Ahora no solo debemos preocuparnos de la ineficiencia, los retardos, las goteras e inundaciones al interior de las estaciones, los incendios, los bocineros, la falta de movilidad por la vendimia descontrolada al interior de las instalaciones…

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Lorena Osornio

Las ciudadanas queremos sentirnos seguras al trasladarnos hacia nuestras actividades cotidianas; salir de casa con la certidumbre de que podremos regresar a salvo; saber que, si somos víctimas de algún delito, por mínimo que pudiera parecer ante la opinión personal de un policía, seremos atendidas con dignidad y seriedad, no con letanías del por qué no debemos denunciar.

En diversas ocasiones he señalado el preocupante aumento en los índices de violencia que se percibe de inmediato en nuestras calles. La violencia ha trascendido el ámbito de la lucha interna entre narcomenudistas al que tanto aludían las autoridades y actualmente nos afecta a todos, mujeres y hombres por igual; pero ha destacado en estas últimas semanas las diversas denuncias de usuarias que han sido víctimas de intentos de secuestro, particularmente en el Transporte Colectivo Metro.

Ahora no solo debemos preocuparnos de la ineficiencia, los retardos, las goteras e inundaciones al interior de las estaciones, los incendios, los bocineros, la falta de movilidad por la vendimia descontrolada al interior de las instalaciones, las bandas de carteristas y robo a celulares, los usuarios que fuman, beben y se drogan; ahora hay que sumarle los intentos de secuestro. ¡Ya no podemos con más miedos!

Por otra parte, la decisión tomada a nivel federal de recortar el presupuesto de las estancias infantiles resulta ofensivo tanto para las mujeres trabajadoras, como para las familias mexicanas en general. Es una decisión que atenta contra las conquistas laborales y de seguridad social en beneficio de la clase trabajadora mexicana, particularmente para las mujeres que de a poco hemos incursionado en el mercado laboral.

No se entienden las decisiones del gobierno, qué clase de lógica se emplea para que, en lugar de dignificar estos espacios de ayuda a menores y familias trabajadoras, la solución sea restringir su acceso. A ello hay que sumar la lamentable declaración del Presidente de que los 1,600 pesos bimestrales que ofrecen a cambio del recorte planteado, sean entregados a los abuelos para que se hagan cargo de los niños. Es tan impráctico, como ofensivo. ¿Será que AMLO encargaba a sus hijos con sus abuelos? En todo caso hay que explicarle que el cuidado de menores requiere de lugares con características especiales que, en muchos casos, no se cumplen ni en sus propios hogares.

Queremos ser tratados con respeto y dignidad, no ser parte de su red clientelar que, a cambio de recibir frijol con gorgojo, se nos exija lealtad incondicional al gobierno. Se supone que estábamos en la antesala de superar esa etapa ¿o no?

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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