Seguramente todo el mundo ha escuchado la frase “ya le cayó una mosca a la sopa”, cuando a una reunión llega alguien que no es bien visto por el grupo.
Pues justo eso pasó ayer durante la comida que, con motivo de su Consejo Nacional, celebró el Partido Encuentro Social en un hotel de primera, como es el Camino Real de Mariano Escobedo.
Cuando todo el mundo departía, hizo su aparición el diputado Carlos Candelaria, aún coordinador del PES en la Asamblea Legislativa del DF, y los murmullos no se hicieron esperar.
La mayoría lo evitó, pero otros de plano le hicieron fuchi porque en el partido tienen la convicción de que, desde hace ya buen rato, les está jugando chueco, aprovechando la franquicia para apoyar con todo descaro a Morena, que tampoco lo quieren mucho.
Algunos criticaron el cinismo de haberse presentado luego del ataque que enderezó, sin justificación alguna, en contra del director del Metro, Jorge Gaviño, quien incluso es muy amigo del presidente del partido, Hugo Eric Flores, y todo por jalar con los morenos.
Los ataques en contra de Gaviño provocaron incluso que Hugo Eric se tuviera que comunicar con el titular del Metro para aclararle que la opinión de Candelaria no es compartida por el PES, que es una grilla personal.
Desde hace tiempo ronda por la cabeza de Flores quitar de la coordinación al exempleado del hoy diputado moreno Jesús Valencia, pues como no sabe de los acuerdos que se tejen a otros niveles, los está echando a perder.
El tema sigue presente y se puede acelerar, pues, además de considerarlo un traidor a la causa, ya le está afectando al PES la operación política, y todo por tratar de ganarse un hueso en Morena.
Vestido con pantalón beige, camisa blanca de marca, zapatos cafés con un lustre impecable y el pelo engomado, Candelaria se fue a sentar solito y se la pasó enviando mensajes de WhatsApp para entretenerse.
En las mesas se comentaba cómo es posible que alguien sin estudios ni preparación haya podido pasar de ser vendedor de discos pirata a una persona que vive en la opulencia, entre lujos y fiestones en el Pedregal amenizados por bandas como El Recodo.
De plano dicen que quizá el trabajo más digno y decente que ha tenido es, precisamente, el de vendedor de discos pirata, pues al menos tenía que talacharle para sacar lo de la semana.
Se preguntan cómo es que Morena podría limpiar la imagen de alguien así, si lo que el líder de ese partido pregona es la austeridad y la honestidad, cosas que con Carlitos no van.
Como ya se dio cuenta del desprecio de los políticos hacia él, se quiere ganar a la prensa dando premios —con dinero público de por medio— a lo mejor del periodismo capitalino… claro, siempre y cuando no hablen mal de él.
Los trabajos del PES continúan en el auditorio de un hospital de Polanco.
CENTAVITOS… Vaya estrellota que se llevó ayer el consejero jurídico de la CDMX, Manuel Granados, luego del espaldarazo que maestros eméritos de la UNAM le dieron por los resultados del programa Abogado en Tu Casa, que está por cumplir un aniversario más. Es interesante cómo un área que históricamente había sido gris ha tomado otra dinámica en la vida pública; cuestión de echarle tantita creatividad al asunto. Seguramente Miguel Ángel Mancera debe estar contento, pues también él es de lazos azul y oro, y el reconocimiento lo alcanza.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/08/25/1183969
