Un análisis de la última encuesta electoral publicada ayer por el diario Reformarevela interesantes datos que podrían poner a pensar a más de uno que la moneda del próximo 1 de julio sigue en el aire y que la elección será más cerrada de lo que se cree.
Si bien es cierto que en la inmensa mayoría de los rubros Andrés Manuel López Obrador se mantiene arriba de sus principales contendientes, también es cierto que el número de indecisos sigue siendo muy alto y se ve como un factor vital de decisión.
En el ejercicio estadístico, López Obrador aparece con 33 por ciento de las preferencias; Ricardo Anaya con 25 y José Antonio Meade con 15, lo cual es un buen colchón para el tabasqueño, pero resulta que el rubro de indecisos alcanza 22 por ciento; altísimo.
Algunos especialistas afirman que quienes están decididos a votar por Morena ya lo han manifestado y hasta lo presumen, por lo que el techo que podría alcanzar ese partido en las elecciones es muy cercano a lo que tiene ahora.
Que Andrés Manuel está en su tope y no podrá crecer mucho más, contrario a sus oponentes —sobre todo Anaya— y que lo más lógico es que cuando los demás suban, el tabasqueño baje.
En este escenario, el rubro de los indecisos podría estar alimentado por quienes estarían pensando en el voto útil, que en su mayoría se iría a favor de la alianza Por México al Frente o, en una de ésas, por Meade.
Es por eso que la campaña de Anaya se está centrando en atacar al gobierno y al PRI —lo mismo hace el Estado y su partido en contra del panista—, pues ambos buscan posicionarse como un segundo lugar competitivo para captar el voto útil y darle la vuelta a Morena.
Además del número de indecisos, hay otros indicadores interesantes, como que el número de menores de 30 años es tan cerrado, que López Obrador sólo saca dos puntos de ventaja, al igual que los votantes de la tercera edad, donde va tres puntos arriba.
En términos estadísticos, eso es un empate técnico en esos rubros, y el Frente tendría que estar analizando el peso de los menores de 30 en el padrón y cómo llegar a ellos. Serán muchísimos nuevos electores, que históricamente son los que menos votan.
En el rubro de mujeres, Andrés Manuel sólo lleva un punto sobre Anaya, y hay que recordar que ese género es mayoría en el padrón.
Un par de cosas más: aunque el tabasqueño lidera las preferencias, también encabeza rubros como el que si gana sería un “alto riesgo para el país”; que le haría más daño que otro; que no representaría bien a México en el mundo y que Anaya es más inteligente que él —ouch—.
Con estos datos se puede pronosticar que la moneda está en el aire y que la contienda será más cerrada de lo que se piensa.
Tanto así que por eso mandó a Marcelo Ebrard a la Circunscripción 1, donde está un punto abajo en las encuestas; y a Ricardo Monreal a la 2, donde Morena va diez puntos atrás de Anaya.
CENTAVITOS… Por si fuera poco, está en el aire el apoyo de la comunidad de la diversidad sexual —que no es poca—, y que se sintió despreciada por Morena al unirse con el ultraconservador PES, y por el PRI, que por conducto de su candidato en la CDMX, Mikel Arriola, reprobara los matrimonios y adopciones gay. Quizá esta comunidad se identifique más con el Frente, pues aunque el PAN no comulga con ellos, el PRD sí, y es el partido que les garantizó el acceso a sus derechos.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2018/02/16/1220729
