Tras casi cinco años de alianza, Fuerza Democrática de Víctor Hugo Lobo rompió con la corriente perredista de Nueva Izquierda en la CDMX, para ir con Vanguardia Progresista en las elecciones del próximo año.
El grupo del delegado en GAM —que es la fuerza más importante de la izquierda en la ciudad— no es una tribu del PRD, pero tiene el número de consejeros suficiente para inclinar la balanza interna.
En los últimos cinco años, Lobo fue de la mano con Los Chuchos, pero las circunstancias cambiaron y decidió que su grupo juegue con las corrientes afines a Miguel Ángel Mancera y Héctor Serrano.
La decisión tiene serias consecuencias al interior del partido, sobre todo en la definición de la dirigencia y de las candidaturas para 2018, porque, sin los consejeros del delegado Nueva Izquierda, pierde poder de decisión.
Las últimas elecciones internas habían sido ganadas por Los Chuchos, que se rotaban entre ellos la presidencia nacional del partido y, por lo general, se quedaban con los puestos al Senado correspondientes a la CDMX.
En 2012, al propio Lobo le pidieron desistir de una senaduría para que Alejandra Barrales y Mario Delgado —ambos perdedores en la carrera por la Jefatura de Gobierno— tuvieran su premio de consolación.
Para este año, Los Chuchos —ya muy disminuidos— quieren perfilar a Jesús Zambrano en una de las posiciones para la Cámara alta, lo que dejaría de nuevo fuera al delegado, por lo que decidió decirles adiós.
Y es que Lobo es uno de los más sólidos aspirantes a llegar al Senado, a pesar de que muchos en el PRD lo siguen viendo como una posibilidad para la Jefatura de Gobierno ante el debilitamiento de Barrales.
La llegada del delegado como aliado de Vanguardia Progresista, que a su vez tiene acuerdos con ADN, le da a Mancera un amplio margen de negociación para las candidaturas locales, pues juntos hacen mayoría en el partido.
Éste es el segundo golpazo en unas cuantas semanas para Los Chuchos, que apenas habían sufrido la pérdida de Julio César, El Nenuco, Moreno, quien luego de varios años los abandonó por la misma causa.
Si con la salida de El Nenuco Nueva Izquierda perdió fuerza para la elección de la nueva dirigencia del partido, con el abandono de Lobo ya no estarán en condiciones ni siquiera de vetar las decisiones internas del PRD.
Habrá que esperar la reacción de Los Chuchos, pues en el caso de Moreno, apenas se fue, le cayó la maldición de la Suprema Corte, y su hermano Israel fue destituido en Venustiano Carranza, además de la petición de cárcel para el diputado José Manuel Ballesteros.
Como sea, Nueva Izquierda se debilita y cae hasta el tercer lugar en el PRD, y la tribu de Mancera se pone en inmejorable posición para negociar las candidaturas más importantes en la CDMX.
CENTAVITOS… A querer o no, tanto Claudia Sheinbaum como sus esbirros morenos tendrán que pedir audiencia —y de buena gana— a la Comisión de Gobierno de la ALDF para negociar el relevo en Tlalpan.
Claudia anunció que se va mañana y necesita que le den chance de poner a su sucesor, por lo que tendrá que verle la cara de los capos Leonel Luna, Jorge Romero y hasta de Mauricio Toledo. Hasta aquí llegó la “dignidad” morena para seguir dinamitando las sesiones…
Por cierto, al más puro estilo perredista-priista Sheinbaum acarreó ayer a cientos de personas a su segundo informe. Nadie se espanta, pero ¿verdad que no hay diferencia entre partidos que reparten tortas y refrescos para que la gente vaya a echar porras?
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/12/04/1205371
