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Capital Político

Los alegres compadres de Iztapalacra

Jesús Valencia invitó a Carlos Candelaria a hacerse cargo de la policía en la demarcación.

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Hasta hace poco más de dos años, dos alegres compadres —literalmente hablando— dominaban la sufrida delegación Iztapalacra, como la llamó al inicio de su administración Miguel Ángel Mancera, quizá traicionado por su mentalidad de policía.

Después de haber hecho realidad el sueño de llegar al gobierno de su delegación, Jesús Valencia invitó a Carlos Candelaria, quien durante un tiempo fuera su concuño, a hacerse cargo de la policía en esa peligrosa demarcación.

No hace falta mencionar que ese dúo se volvió más dinámico que Batman y Robin, y que fueron cómplices en innumerables asuntos, lo cual los unió aún más hasta que se cruzó en su camino el Partido Encuentro Social; su relación dio un vuelco de 180 grados.

Ya como diputado local, Candelaria mordió el lazo y, de paso, le tiró varias tarascadas a su amo, por lo que Valencia perdió interlocución con el gobierno de Mancera en la ALDF y poco a poco se fue enfriando su relación.

Azuzado por algunos morenos, Carlitos se le fue al cuello un par de veces al jefe de Gobierno en pleno informe de actividades, con el que rompió lanzas. Desafió también al líder del PES, Hugo Eric Flores, le vació las cuentas en Donceles y huyó a Morena.

Hasta ahí todo bien para Candelaria, a quien le habían ofrecido una diputación federal, sólo que no la amarró con quien debía y lo bajaron. De todos modos se quedó con los pejistas, pues no tenía a dónde moverse.

Pero su mala fortuna no acabaría ahí, pues luego de su pase al equipo de los morenos, casi de inmediato llegó Valencia, él sí amarrando su carta con Andy, el hijo de “ya saben quién”, y de inmediato hizo equipo con Clara Brugada, quien le antecedió en Iztapalapa.

El buen Jesús operó contra su exempleado, quien terminó como carga-bolsa de la esposa de Marcelo Ebrard y “dama de compañía” de Claudia Sheinbaum en algunos eventos; sólo a los que logra colarse para que lo vean.

Después vino la alianza de Morena con el PES y eso fue el acabose, pues Hugo Ericlo detesta.

Pero Valencia también tuvo que tragar algunos sapos, pues hoy tiene que elogiar a Brugada, la misma a la que acusó de dejarle un cochinero y de haber secado la caja de dinero; ahora la apoya para que regrese a gobernar la delegación que según él despedazó.

También se dedica en cuerpo y alma a impulsar la campaña de Claudia Sheinbaum, cuando apenas hace unos meses era el principal promotor de Alejandra Barrales para jefa de Gobierno.

Cómo es posible que de un día a otro cambió no sólo de partido ni de estatutos, sino hasta de candidata, cuando era precisamente él quien acompañaba a Barrales en todas las giras de Mancera a los estados.

Seguro podrá decir que se le acabó la pasión por Alejandra y que lo de Claudiafue amor a primera vista, pero el hecho es que junto con Candelaria pasaron de ser los reyes de barrio en Iztapalapa, a un par de arrimados en Morena.

Eso sí, al menos Valencia fue enviado a Chihuahua a tratar de convencer a los menonitas —que por cierto no votan— de que “ya saben quién” es el bueno, y no de carga bolsas de las señoras de los jefes, como es el caso de Candelaria.

CENTAVITOS… Donde el termómetro sube a todo lo que da es en el PRD, pues, si no hay cambio de señal, este domingo será su Consejo Estatal, donde se anotarán los aspirantes a alcaldes en la CDMX. No hay que quitar los ojos de Iztapalapa y Tlalpan, sobre todo, donde el horno no está para bollos entre manceristas y demás tribus.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2018/02/08/1218908

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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