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CDMX

Los reflejos de Ahued

Parece que los 10 años de secretario de Salud que lleva en el Gobierno de la CDMX le dieron tablas al doctor Ahued, que hábilmente manejó el lamentable caso de la bebé muerta tirada a la basura.

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Por La Mafia en el Poder

Una tragedia en el Hospital General del Ajusco Medio hizo mostrar al doctor Armando Ahued, secretario de Salud, que sus casi 10 años en el servicio público no han pasado en balde y sabe reaccionar a tiempo.

Incluso como un buen ajedrecista,  adelantarse a los movimientos de sus rivales.

Resulta que en un terrible descuido del personal de intendencia de ese nosocomio, arrojaron al recipiente de los residuos biológico-infecciosos a un bebé que nació muerto.

Inmediatamente el caso se volvió mediático, pero Ahued mostró reflejos.

De entrada explicó cómo habían sido las cosas, pero no se adelantó y lo manejó a nivel de hipótesis, pues dejaría la investigación en manos de la Procuraduría General de Justicia del DF.

Se ve que el doctor ha estado atento a los casos que les han costado la chamba a varios de sus compañeros de gabinete en ésta y en la pasada administración, y que no quiere que le pase lo mismo.

Jugó con el librito

Los que saben de estos asuntos dicen que Ahued jugó con lo que marca el librito para estos casos: llegar hasta las últimas consecuencias en la investigación y que se aclare el asunto; apoyo a la familia en tratamiento psicológico y en los gastos funerarios.

Instruyó a todos los involucrados a colaborar con las investigaciones y a acudir a declarar en la PGJDF.

Pero sabedor de los tiempos políticos que hay y los que vienen, y previendo el fuego amigo que podría desatarse, el doctor tomó la iniciativa y prácticamente los desarmó.

No se esperó a una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos y desde ya, ofreció una disculpa pública a la familia. No se escudó, se dijo avergonzado y asumió toda la responsabilidad del hecho como secretario de Salud.

Para su fortuna, el hecho no produjo una desgracia, y parece que quedará como una situación sumamente desafortunada para el personal del hospital y sobre todo para la familia del bebé fallecido.

Pero al doctor le sirvió para hacer un rouns de sombra y mandar el mensaje de que, bajo su aspecto bonachón y simpático, hay un contrincante que para nada se dejará golpear tan fácil.

Otro procurador a modo

Aunque el jefe de Gobierno le hizo un poco al cuento, todo mundo sabía que el jefe de Gobierno se inclinaría por ratificar a Edmundo Garrido Osorio como nuevo procurador de Justicia de la Ciudad de México.

Garrido se desempeñó como subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la PGJDF y luego de la renuncia de Rodolfo Ríos quedó al frente del despacho de esta dependencia.

Nadie se preocupa por preguntar las credenciales del nuevo procurador capitalino, al que algunos grupos de empresarios del norte de la CDMX querían vetar.

El principal requisito y casi único lo llenaba de sobre: es leal y fiel a Mancera y lo demás es lo de menos.

No importa que la procuración de Justicia esté por los suelos o que las investigaciones de los casos peliagudos se atoren; lo principal es que el procurador es a amigo del jefe de Gobierno y su sirviente.

¿A poco alguien se sorprendió del nombramiento?

Y si a alguien no le gusta, pues que se aguante.

*El Irreverente publica de lunes a viernes.

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