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Luis Ma. Aguilar, Lorenzo Córdova, no saben vivir en la honrosa medianía

Quien no quiera reducción de sueldo ¡que renuncie! solución práctica
Por Luis Repper Jaramillo*
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Por Luis Repper

En un país como México en donde convergen infinidad de trabajos, disciplinas, especialidades, habilidades, capacidades y se desarrolla la actividad que nos hace productivos, casi nadie (porque así conviene a los burócratas privilegiados) sabemos a ciencia cierta cuánto y por qué tanto ganan como salario, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un Poder (de los 3) que en las décadas de los 80, 90 e inicio del 2000, era una de las instituciones más nobles, respetadas y ejemplares, junto con el Ejército, la Marina. Hoy, da vergüenza.

Los togados, por sexenios, “se fueron por la libre”, fijándose y modificando para sí, artículos constitucionales que los blindan, protege y acoraza, bajo la peregrina y convenenciera interpretación de la “división de poderes” y autonomía constitucional que los ha convertido en una élite, una divinidad, un ente intocable… hasta que en 2018, un candidato presidencial ofertó que la alta burocracia nacional reducirá sus salarios, porque es afrenta que una reducida caterva de trúhanes perciban insultantes salarios, más prestaciones, mientras la nación naufraga entre los 50 y 52 millones de pobres y pobres extremos, y quienes tienen la oportunidad de un empleo digno, apenas ganan 4 mil 500 pesos mensuales y las miserables prestaciones “de Ley” que en contubernio fijan patrones, sindicatos y gobierno federal.

Por ejemplo, un empleado federal de la clave más baja tiene derecho a que el ISSSTE, a través de su Fondo de Vivienda financie una casa de interés social con valor de 600 a 700 mil pesos (menos de 63 metros cuadrados de construcción). El crédito es hipotecario a un plazo de 20 años, cobrándole la mensualidad a través de nómina.

Al paso del tiempo de gracia, el FOVISSSTE libera las escrituras, pero el empleado recibió entre 2 mil y 3 mil 500 pesos menos en su cheque quincenal, lo que aprieta y socava su calidad de vida, habitando en un espacio insuficiente por el resto de su vida.

En contraste hay tipejos que su salario mensual  equivale al precio de la casa aludida  y todavía recibe una serie de prerrogativas que no deberían existir.

¿A qué me refiero en este comparativo? A qué en México sí existe el clasismo (tendencia o actitud discriminatoria de una clase social respecto a otras que consideran inferiores), burócratas divinos (jefe del ejecutivo, gobernantes, legisladores, gabinetes, millonarios, consejeros electorales, Ministros, etc.) versus ciudadanía.

Es muy marcada esta diferencia, auspiciada por los gobernantes, empezando por el Presidente de la República, su séquito de testaferros (gabinetes), su partido, los “representantes populares” (poder legislativo), los dueños del dinero, los miembros del Poder Judicial, que encabeza la SCJN, el Consejo de la  Judicatura Federal; los Consejeros del INE, los Magistrados del TEPJF, etc. que se han convertido en un apartado clasista que vela por sus interese personales ¿verdad Luis María Aguilar, Lorenzo Córdova? a quienes la sola mención de Andrés Manuel de que reducirá los salarios de la alta burocracia, protestaron y hasta se revelaron porque sus canonjías insultantes se acabaron.

Resulta inmoral que el sueldo de un mes de Luis María Aguilar equivale a 20 años de hipoteca de una casa de interés social, que un oficinista del gobierno puede adquirir. Es aberrante e indigno.

Este sujeto que cobra en Pino Suarez 1, casona de La Corte, en donde veneran al Benemérito de las Américas, Benito Juárez, ignora, le importa madres, desoye la filosofía social del oaxaqueño, cuando siendo Gobernador, el 2 de julio de 1852, al abrir el periodo ordinario de sesiones de la X Legislatura local, dijo a diputados y senadores, (cito) bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad; no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrase asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía, que proporciona la retribución que la ley haya señalado(fin de la cita).

166 años después, Luis María Aguilar, al hablar en Los Pinos, en la ceremonia del Día del Abogado, pretendió justificar sus 650 mil pesos de salario mensual, más prestaciones y prerrogativas insultantes, al señalar (cito): las condiciones de seguridad, estabilidad, remuneraciones dignas y capacitación, dentro del Poder Judicial no son un beneficio personal de los juzgadores ni mucho menos privilegios inconfesables de éstos, sino condiciones necesarias, indispensables e ineludibles, para un servicio público de un país democrático que busca tener paz en el respeto a los derechos humanos de todos y construir con ello una sociedad más justa(fin de la cita).

Entonces, señor Presidente de La Corte, si ganara menos no garantizaría paz en el respeto a los derechos humanos, ni una sociedad más justa? Ministro, esto confirma que usted no sabe vivir en la honrosa medianía. Es un pésimo servidor público

Es lamentable que quien ejerce la titularidad de uno de los tres Poderes de la Unión, base su visión y respuestas que pide la ciudadanía, de acuerdo a la Constitución, en el dinero, las prestaciones, bonos, etc. en vez de la vocación, la ética y lo moral. Por eso está como está el sistema judicial mexicano. Pero su multimillonario sueldo, señor Luis María se le acabó. A partir del 1 de diciembre no podrá ser mayor a 108 mil pesos mensuales… aah, y las prestaciones deshonestas se terminaron. Ni modo, tendrá que acudir al ISSSTE y no olvide dar de alta a su familia, quienes tengan derecho.

El otro rebelde, que tampoco quiere soltar el dinero, que es motivo de su vida, es el corrupto e incapaz, Consejero Presidente del (elefante blanco) INE, un tal Lorenzo Córdova Vianello y su caterva de compinches del Consejo General. Le daré algunas cifras por las que el tipo y sus secuaces no quieren la reducción de sus percepciones:

Córdova Vianello para su uso personal (Consejero Presidente) dispone de 40 empleados, entre asesores, secretarias, recepcionistas, auxiliares y choferes, quienes cobran, sólo en salarios (nuestros impuestos) 2 millones 210 mil pesos al mes. Su chofer asignado aparece en nómina con 35 mil pesos mensuales. ¿Qué tal?

Pero vayamos a su caso. Su percepción nominal cada 30 días es de 269 mil 562 pesos, es decir al año Lorenzo Córdova percibe 3 millones 234 mil 744 pesos, más aguinaldo de 40 días, prima vacacional de 20 días  (2 periodos al año).

¿Por qué también se reveló el dueño del Instituto Nacional Electoral a la decisión del próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador? Sencillamente porque también le será retirado de sus haberes lo siguiente: seguro de vida por 9 millones 440 mil pesos. En caso de fallecimiento sus familiares dejarán de percibir un bono de 944 mil pesos (único).

Para bien alimentarse, el INE (o sea él) dispuso que en su sueldo mensual se le depositen 11 mil 970 pesos ¿pues qué desayuna, come, cena o botanea para gastarse cada 30 días esa enorme cantidad? equivalente  a 4 meses y medio, aprox. de  lo que gana un trabajador de salario mínimo (88.36 pesos diarios o sea 2 mil 654 pesos mensuales).

Pero la cosa no para ahí, Lorenzo Córdova dispone para su uso personal de automóvil que le asigna (o sea él) el INE, con chofer, vales de gasolina, servicio del auto (con cargo al erario público), las dos verificaciones anuales (que también pagamos los mexicanos)  incluidas en las “prestaciones” extraordinarias a las que tiene derecho el Consejero Presidente.

Además de este sujeto, el Consejo General cuenta con 10 vividores más, conocidos como Consejeros, a quienes también mantenemos los mexicanos.

Y recordemos que estos burócratas divinos sólo tienen carga de trabajo en dos ocasiones; cada 3 años cuando hay que renovar la Cámara de Diputados y algunas gubernaturas y cada seis, al cambio de presidente de la república, Congreso de la Unión (diputados y senadores) Jefatura de Gobierno de la CDMX, algunas gubernaturas… y ya.

Bueno… pues cada uno de los 10 Aliba Ba restantes le cuestan a los ciudadanos que sí trabajamos, lo siguiente: salario mensual, quitando impuestos, 160 mil 181 pesos, o sea 1 millón 922 mil 172 pesos al año, más aguinaldo, periodos vacacional de 20 días, gastos de Servicios Médicos Mayores. Seguro de vida; automóvil con chofer, vales de gasolina, etc.

Esto multiplicado por 10, hablamos de más de 20 millones de pesos –sólo en salarios- sumado a lo que percibe el Consejero Presidente rebasa los 25 millones de pesos anuales, que tendrán que decir adiós los 11 sujetos que medio trabajan, pues se acabaron sus auto privilegios y nos les quedará de otra, parafraseando a Benito Juárez, ¿soportarán vivir, igual que Luis María Aguilar (SCJN) en la honrosa medianía?

No les queda de otra, ya lo decidió López Obrador… y si no están conformes, muy fácil la solución ¡que renuncien! Habrá otros mexicanos que con 90 mil pesos o poco  más, querrán desempeñar esos cargos.

 

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).

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