Por La Mafia en el Poder
Sabido es que si Miguel Ángel Mancera llegó a ser jefe de Gobierno de la ciudad fue porque en 2012 obtuvo la bendición de Andrés Manuel López Obrador, quien pactó con él y vetó a Alejandra Barrales, que entonces era la favorita de Marcelo Ebrard.
Incluso cuando Mancera ganó la elección fue invitado por El Peje a jugar beisbol –un deporte del que el ex procurador apenas sabía que se jugaba con un bat-, y el equipo se llamó AMIGOS.
Algo más que subliminal en política, sobre todo porque López Obrador no tiene muchos.
Su relación fue más o menos llevadera, hasta que llegaron las elecciones de 2015, en donde el tabasqueño le pidió al jefe de Gobierno no meterse en la elección, cosa que cumplió a cabalidad y por eso el PRD fue derrotado.
La otra cosa que le pidió fue, al término de los comicios, la cabeza de Héctor Serrano como secretario de Gobierno del entonces DF, cosa que también cumplió.
Pero si Mancera cumplió con las dos cosas que le pidió el de Tabasco, por qué entonces Andrés Manuel habla tan mal del funcionario y a sus cercanos les comenta que no es confiable.
A lo mejor quería ver a Serrano fuera del gobierno y no nadan más lejos de la Secretaría de Gobierno; desde finales de 2015 es secretario de Movilidad y sigue como principal operador político del jefe de Gobierno.
Cosas raras pasaron, pues incluso el propio titular de Semovi se contuvo de hacer públicos expedientes comprometedores tanto de Martí Batres como de César Arnulfo Cravioto, a quienes ayudó desde el gobierno y les conoce todas sus mañas.
Es claro que a estas alturas del partido ni Mancera ni Andrés Manuel se tienen confianza y de hecho son cada vez más enemigos, pues los dos buscan por caminos diferentes la candidatura de las izquierdas a la Presidencia de la República.
Qué fue lo que se rompió entre ellos, nadie lo sabe.
Ninguno de los dos lo comenta, pero lo que sus equipos cercanos tienen muy claro es que dejaron de ser AMIGOS a raíz de las elecciones de 2015 y no se han vuelto a reunir. Es más, el uno habla mal del otro.
Barrales, como La Bartola
Como si no tuviera nada qué hacer, Alejandra Barrales tomó el cargo de delegada “de tiempo completo” para que el perredista Juan Zepeda pueda ganar la elección del Estado de México.
Cómo está eso de que la presidenta del PRD estará “de tiempo completo” en el Edomex, ¿entonces quién estará al frente de la dirección del sol azteca? Es más, ¿quién estará en su curul del Senado de la República?
¿Pues qué no Barrales regresó a su senaduría para poner orden en la bancada y estar atenta a todo lo que acontezca ahí con su fracción?
Pero lo más importante, ¿le dará tiempo de barrer y trapear su casa de Bosques de las Lomas, los departamentos de Acapulco y Miami, y lavar el Mercedes Benz, por ejemplo?
Está claro que a lo único que Alejandra va al Estado de México es a documentar trampas de sus enemigos –que seguramente abundarán-, para justificar la derrota de su partido y que no la culpen por ineficiente.
“Al Comité Ejecutivo le es tan importante tener condiciones para estar denunciando esta elección, que hemos dicho incluso antes de iniciar que ya se veían las manos del gobernador y del propio Gobierno Federal metidas aquí”, dijo la senadora.
O sea que antes de iniciar la elección ella ya sabía que los priístas estaban haciendo trampa? Qué perspicaz resultó… todo mundo sabía eso.
Mancera, candil de la calle
Miguel Ángel Mancera estuvo muy apuntadito para viajar a Londres y a Boston para hablar del cambio climático e incluso para recibir un reconocimiento por sus “bonos ecológicos”, pero en la CDMX su tarea en esta materia brilla por su ausencia.
Desde 2013 la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial alertó de la construcción de al menos 150 viviendas o comercios en el área natural protegida de Fuentes Brotantes, en Tlalpan.
Nada hizo él ni Tanya Müller, su secretaria de Medio Ambiente, y los invasores no sólo construyeron sin ser molestados, sino que ya fraccionaron la zona y ahora venden los terrenos en varios millones de pesos.
Pero si en Tlalpan las invasiones a áreas protegidas abundan, en Xochimilco no se quedan atrás, pues en la zona montañosa de Santa Cecilia Tepetlapa los asentamientos irregulares se expanden.
En ese lugar se han lotificado predios y en los últimos meses se están levantando viviendas sin que nadie se inmute.
Seguro de eso no les habló Mancera a los alumnos de Harvard en su visita del viernes, ¿verdad?
