Por Alejandra Martínez
Mucho se ha dicho y mucho se ha escrito sobre Marcelo Ebrard, a veces bien y a veces mal, pero si hay algo que tanto adeptos como detractores reconocen al ex jefe de gobierno, es su buen olfato político, su habilidad para interpretar los movimientos del poder y una capacidad camaleónica, que le permite bajar o subir el perfil en el momento preciso.
Esa ha sido la historia del próximo canciller: replegarse cuando es necesario y brillar cuando le llega el turno, fórmula que hasta ahora le ha salido muy bien, llevándolo a transitar con éxito por varios cargos y partidos políticos.
Hoy de nueva cuenta las condiciones han cambiado y las circunstancias le son favorables. Ya muchos hablan de “la revancha de Ebrard”, del “segundo o tercer aire”, del empoderamiento o como quiera llamársele a este renacer.
Como el ave fénix, Marcelo Ebrard está resurgiendo, ahora de la mano del presidente electo, quien lo tiene como una de las piezas clave de su gobierno, caminando a su lado y dándole posiciones políticas que poco a poco lo van ubicando como uno de los hombres fuertes del sexenio que iniciará en diciembre próximo.
Muchos han dicho que la designación de Mario Delgado como coordinador de los diputados de Morena es el primer mensaje abierto de Andrés Manuel López Obrador para respaldar a Ebrard y su grupo, pero ese no es el único nombramiento significativo.
Delgado fue secretario de Finanzas en el gobierno de Ebrard y es uno de sus hombres más fieles; hay otro, también economista y también egresado del ITAM, Vidal Llerenas, quien fue diputado local y federal precisamente gracias al apoyo que le brindó el futuro Secretario de Relaciones Exteriores y que a partir de octubre verá cumplido su sueño de ser alcalde en Azcapotzalco. El subsecretario de Egresos de Ebrard llegará a esa alcaldía postulado por Morena, partido por el que también fue diputado federal, aunque, antes, su diputación local la obtuvo con el PRD.
La feminista Malú Micher es otra pieza cercana a Ebrard. Fue Directora del Instituto de la Mujer, y su carrera además de estar marcada por la defensa de la mujer lo estará por la defensa de su ex jefe.
A mediados de la semana pasada, la jefa de Gobierno electa anunció su propuesta de que René Cervera ocupe el cargo de subsecretario de Coordinación Metropolitana y Enlace Gubernamental. Este ex diputado federal fue jefe de la oficina de la Jefatura de Gobierno, también con Marcelo Ebrard, y aunque muchos afirman que hay un distanciamiento entre ambos personajes, llama la atención que Cervera llegó a San Lázaro por Movimiento Ciudadano, para después sumarse a la fracción de Morena.
Hasta el momento son estos los nombres de quienes ya tienen un cargo firme. Falta confirmar si Jesús Valencia, ex delegado en Iztapalapa, logra colocarse en la Secretaría de Gobierno y otros afines a don Marcelo ocupan espacios de alto nivel tanto en el gobierno federal como local.
Ebrard no deja de sorprender debido a que su mesura política sigue dándole buenos resultados, a pesar de las adversidades. Salió bien librado del PRI y fue postulado por el PVEM como diputado, luego fue secretario general del Partido del Centro Democrático, del que llegó a ser candidato a jefe de gobierno. Declinó a favor de López Obrador y eso le valió convertirse en secretario de Seguridad Pública y Desarrollo Social, para después ser jefe de Gobierno, justo en sucesión a López Obrador.
Cuando el PRD tuvo que definir a su candidato se aplicó una encuesta y sin problemas dejó que el ahora presidente electo ocupara la candidatura. Vino después el autoexilio y la persecución política de la que, dice, fue objeto. Ahora nuevamente avanza a paso firme y nadie dudaría que tiene la experiencia, el talento político y la lealtad para aspirar a suceder al López Obrador. El tiempo dirá cómo se acomodan las cosas para este pupilo destacado de Manuel Camacho Solís.
