Connect with us

Capital Político

Migrantes: les dan la mano y se toman el pie

Published

on

Adrián Rueda

Uno de los momentos más álgidos de Miguel Ángel Mancera como gobernante de la CDMX fue cuando los maestros de la CNTE tomaron durante semanas las calles de la capital, lo que según él mismo le costó el odio de los capitalinos.

En ese tiempo los profesores marcharon en contra de la Reforma Educativa y se adueñaron de la ciudad, sin que las autoridades locales hicieran nada para desalojarlos, por temor a una tragedia, ya que los manifestantes ponían por delante a niños y mujeres.

Además, reconoció hace poco Mancera, ese movimiento fue infiltrado y entre ellos iban personas armadas y previstas con bombas molotov, para lanzarlas al momento de enfrentar a la Policía y provocar muertos.

El entonces jefe de Gobierno tuvo que pagar el costo de ese desgaste, hasta que las autoridades federales firmaron un acuerdo con los manifestantes y éstos se fueron; era demasiado tarde para el hoy senador, pues la gente nunca se lo perdonaría.

Bueno, sin ninguna intención de ser xenófobo, con todo y que son unos abusivos y vividores, al menos los maestros de Chiapas y Oaxaca eran mexicanos y estaban en su país, pero soportar ahora desmanes de extranjeros en las calles, sí es extremo.

El que los integrantes de la caravana de centroamericanos que marcharon desde sus países hayan tomado las calles de la CDMX para exigir que la ONU les ponga autobuses hasta la frontera con Estados Unidos, pues ya pone a pensar a más de uno.

Sobre todo por la amenaza de sus líderes, que ya advirtieron que si la ONU no les pone transporte se quedarán en la capital de la República y harán manifestaciones para presionar el cumplimiento de sus peticiones.

En primer lugar los mexicanos no tienen ninguna obligación con ellos, más allá de una vocación humanitaria y de solidaridad con los hondureños y salvadoreños, se les recibió con los brazos abiertos.

Tuvieron el agua de la que muchos capitalinos no pudieron disponer en sus casas por los cortes, tuvieron los alimentos que muchos de los capitalinos no tienen. Se les dieron servicios médicos, sanitarios, un techo, seguridad y hasta les llevaron mariachis.

Se les trató mejor que en su propio país y así pagan a los capitalinos.

Seguro que a muchos no les gustarán estos comentarios, pero la CDMX carece de empleo, buen transporte, seguridad, medicinas, vivienda y muchos servicios, ¿cómo es que entonces las autoridades invitan a los migrante a venir aquí y pedir refugio permanente?

Al grito de “aquí estamos y no nos vamos, y si nos echan nos regresamos”, los migrantes abandonaron el campamento temporal que el gobierno capitalino les instaló en la Magdalena Mixhuca y marcharon hasta Polanco.

México les abrió sus puertas para ayudarlos porque es la tradición de nuestro pueblo, ¿pero ahora resulta que ya es una obligación mantenerlos?

Por mucho que digan que son gente buena y trabajadora, en la CDMX también hay gente con las mismas características y ni trabajo tienen. ¿Y qué pasará si deciden quedarse?

Así que esas amenazas, que sólo perjudican a la ciudad, no son más que de gente malagradecida.

Como dijeran las abuelas: limosneros y con garrote.

CENTAVITOS… Por cierto, el que los migrantes hagan desmanes en las calles no le preocupa a José Ramón Amieva, pues él ya no existe y en tres semanas se va, oficialmente. Claudia Sheinbaum todavía no llega y no tendría por qué asumir la responsabilidad. Ojalá que una buena acción hacia los migrantes no se convierta en una bomba de tiempo para la capital.

https://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/migrantes-les-dan-la-mano-y-se-toman-el-pie/1277247

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Continue Reading
Advertisement Article ad code

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes