El hecho de que los gobernadores del PRD hayan cerrado filas en torno a Miguel Ángel Mancera para que sea ungido como candidato del Frente Ciudadano por México a la Presidencia de la República en 2018 es un chiste que se cuenta solo.
En primer lugar porque los mandatarios amarillos no son nadie como para decidir una candidatura presidencial en alianza con otro partido más grande y fuerte, como es el PAN a nivel nacional.
El pronunciamiento no pasa de ser una bravuconada, pues qué pasaría si los gobernadores de Acción Nacional y sus principales dirigentes se pronunciaran abiertamente por Ricardo Anaya o Rafael Moreno Valle para Los Pinos, ¿a poco con eso ya?
La alharaca perredista no cambia en nada la decisión que tomará el Frente Ciudadano, que —de concretarse— se inclinará por Anaya para la Presidencia de la República y, por supuesto, le dejará a Mancera y asociados la decisión en la CDMX.
Nada más faltaba que tipos como Graco Ramírez o Silvano Aureoles, por ejemplo, tuvieran siquiera la calidad moral para opinar al respecto cuando están tan desacreditados.
¿Quién le dijo al PRD que con lo magro de sus números le da para imponer candidato presidencial? ¿Qué acaso estarán pensando quedarse con la Presidencia de la República y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México?
Por supuesto que es una broma y todo mundo lo sabe, hasta ellos mismos.
Además, qué andaba haciendo Alejandra Barrales ahí, dándole también a Mancera todo su apoyo para encabezar la candidatura del Frente Ciudadano. ¿De veras la dirigente perredista se va a desdecir del apoyo que públicamente le ha dado a Anaya?
Ajá, cómo no, se puso en la foto con los dirigentes de todas las tribus para que no la vayan a vetar en sus aspiraciones a llegar a la Jefatura de Gobierno el año entrante.
Por lo demás, todo se puede reducir a un mal chiste, con la única intención de ir juntos a las negociaciones por las rebanadas del pastel ante los panistas y sacar lo más que puedan en la consolidación del Frente.
A propósito de esa alianza, todo mundo apostaba a que ayer quedaría formalizada, si en realidad se va a concretar, el anuncio no pasará de esta semana.
CENTAVITOS… Después de que Mancera le diera el liderazgo de la diputación constituyente el año pasado, Alejandro Encinas le dio la espalada y se presentó anteayer en Tlalpan para apoyar la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Jefatura de Gobierno en 2018. Mal se vio el senador, pero peor se vieron los hermanos Carlos y Efraín Morales —que hasta donde se sabe siguen siendo perredistas— en primera fila aplaudiendo a la delegada que hoy se despide del cargo. Efraín fue cobijado en la Secretaría de Educación por Barrales y así paga a quienes los ayudaron a seguir cobrando…
Por cierto, tras la salida de Víctor Hugo Lobo de la alianza con Los Chuchos, más de uno empieza a tomar más en serio sus aspiraciones al gobierno capitalino, pues hay varias encuestas que lo ubican en segundo lugar, detrás precisamente de Barrales, por si se cae… Aunque Lobo es el segundo en la fila, ya varios olieron la oportunidad, y a pesar de haberlo negado siempre, por segunda vez Héctor Serrano se empieza a medir para ver si los números le dan para ser el candidato del Frente Ciudadano en la CDMX. Antes no le dieron, pero ahora que las aguas están enturbiadas, vuelve al ataque en busca de la nominación o, en su caso, en el interinato si Mancera se va.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/12/05/1205588
