Alejandro Zúñiga
Contra todos los pronósticos, ocho días después del memorándum publicitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, donde ordena abrogar la Reforma Educativa a tres secretarios de Estado, la Cámara de Diputados aprobó una “nueva”, con el respaldo, incluso, de opositores al régimen.
¿Qué motivó a los otrora defensores de la Reforma de 2013 a votar en favor del dictamen propuesto por Morena?
Según expertos en temas educativos, no es que hayan cambiado de parecer quienes apoyaron a ultranza la Reforma Educativa del ex presidente Peña Nieto, sino que la llamada “nueva reforma” retoma el 80% de los puntos centrales deldecreto aprobado en 2013 por el entonces Pacto por México.
Para el escritor y periodista Luis Hernández Navarro, el dictamen aprobado por los diputados la semana pasada: “Es como si a un automóvil de modelo viejo le hubieran cambiado la carrocería, las vestiduras, las llantas, pero lehubieran dejado básicamente el motor y el chasis”.
El punto, continúa Navarro, es que la “quieran presentar como un modelo nuevo”, pero ha sido rechazada por investigadores, especialistas, maestros y representantes del sector educativo reconocidos y serios.
De hecho, lo que la 4T presenta como la abrogación de la que todavía nos rige, la de Peña Nieto, es una continuación de esa reforma de 2013, pero “que se negoció en lo oscurito”.
Esa, en el fondo, es la razón por lo que el “nuevo dictamen” morenista fue recibido con júbilo por el PRI y por diferentes organizaciones y grupos de derecha como Mexicanos Primero, la Coparmex y la Concamin, entre otros.
La educación es la herramienta más influyente, concientizadora, liberadora y revolucionaria para transformar la realidad en beneficio de todos, esto es, para propiciar el bienestar social y garantizar mejores estadios de vidapara la humanidad.
Por eso, los principios en los que se sustenta son esenciales para garantizar un mejor futuro de cualquier sociedad y delinear el rumbo de una nación. En ellos se forjan y se forman las mujeres y los hombres que construyan la futura realidad de un país.
Si de lo que se trata, como dice AMLO, es de evitar que el neoliberalismo dicte las políticas educativas del país, sorprende que el dictamen recién aprobado haya conservado los rasgos esenciales del Acuerdo de Cooperación México-OCDE, para mejorar la calidad de la educación en las escuelas mexicanas.
Llama la atención que también se considere a la investigación con un carácter neutral y no como se concibe en la UNAM, desde mediados del siglo pasado, como un instrumento para resolver los grandes problemas y retos nacionales.
Otra profunda contradicción es que los maestros del magisterio, a diferencia de los universitarios, seguirán sin ser considerados en el 123 Constitucional. Se repite el carácter excluyente de la Reforma de Peña Nieto al considerar “trabajadores de segunda” a las y los profesores magisteriales, lo que los coloca en indefensión ante un procedimiento de ingreso, promoción o la búsqueda de un reconocimiento.
Otra punto retrógrada de esta “nueva” Reforma Educativa, es que se vuelve a privilegiar el proceso enseñanza – aprendizaje por encima del sistema formativo de ciudadanos.
La educación es formadora de personas, no solo transmisora de conocimientos para preparar individuos para el empleo, por lo tanto, el proceso formativo debería ser incluido como constructor de conocimiento.
Todo indica que el concepto de calidad total, aderezado ahora con el concepto de excelencia, una noción educativa vinculada al pensamiento neoconservador, promovida por fundaciones como Worldfund o Mexicanos Primero, al servicio de las empresas, está encaminado a producir individuos compatibles con el sistema productivo neoliberal, listos para incorporarse a sus empresas.
La 4T tiene, todavía, la gran oportunidad de profundizar, replantear y construir una Reforma Educativa que resuelva de fondo los grandes pendientes de la educación en México, que garantice equidad, democratización, justicia y sea constructora de ciudadanos libres y conscientes de fomentar la igualdad y el bienestar social.
Hoy, nos guste o no, es innegable el predominio conservador y empresarial en la Reforma Educativa que aprobó la Cámara de Diputados, veremos que hace el Senado con la papa caliente.
