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CDMX

NUEVO EPISODIO FEDERAL Y LOCAL

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Por FERNANDO DÍAZ NARANJO

@fdodiaznaranjo

No cabe duda que estamos viviendo un momento histórico en la transformación política del país con la llegada, por un lado, de López Obrador a la presidencia de la República y, por el otro, a Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Pero también, estamos ante la presencia de dos casos que son dignos de analizarse. Peña Nieto termina su sexenio con muchos números rojos, consecuentemente, de acuerdo con lo publicado en días pasados por El Universal, con una muy alta desaprobación de la población.

Según la medición de este medio informativo, sólo el 20.5% valoraron positivamente el desempeño de Peña Nieto.

Estos datos arrojan que la población, en un 70%, manifestó su desaprobación a la gestión de Peña Nieto, mientras que un cercano 10% no se manifestó ni a favor ni en contra de dicha administración. Datos por demás contundentes y lapidarios para un personaje que hace seis años ganara la presidencia de la República justamente teniendo como contrincante a López Obrador.

Las facturas que en el camino fue dejando Peña Nieto fueron saldadas en primera instancia, con una derrota contundente en las urnas el pasado primero de julio; falta ver si el futuro no le tiene gaurdadas otras facturas.

Por el lado de Claudia Sheinbaum, quien tiene amplias credenciales académicas, tenemos otro caso histórico que a los analistas nos ha dejado muchas enseñanzas. Llega a gobernar la emblemática Ciudad de México con un saldo negativo para el PRD que durante muchos años fuera el partido hegemónico.

La creación de Morena, sin duda, fracturó al PRD dejando a la izquierda dividida y hasta confrontada, pero también diversos medios de comunicación atribuyen la derrota del PRD a la gestión de Miguel Ángel Mancera. Lo interesante aquí, es que justamente hace seis años, Mancera, bajo la figura de candidatura común, junto con el PT y de MC y por supuesto del PRD ganó la Jefatura de Gobierno con un contundente triunfo que representó poco más del 63% de los votos emitidos, es decir, más de 15 puntos porcentuales arriba de lo logrado por Claudia Sheinbaum y Morena.

Sin embargo, en tan sólo tres años de gestión se empezó a vislumbrar la debacle electoral, ya que en el proceso electoral intermedio de 2015 Morena lograría arrebatarle casi la mitad de las delegaciones políticas y obtendría un importante triunfo en la otrora Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Y como todos sabemos, este 2018, Morena alcanzó el triunfo en la mayoría de las alcaldías, obtuvo la mayoría en el recién estrenado Congreso de la Ciudad de México y se alzó con el triunfo en la elección para la Jefatura de Gobierno.

Gracias a la fuerte campaña, imagen y presencia de quien fuera la candidata de la coalición encabezada por el PRD, junto con el PAN y MC, Alejandra Barrales, la caída del PRD, al menos a nivel de la Jefatura de Gobierno no fue contundente. En ambos casos, el ámbito federal y local, queda claro que las esperanzas de la población están puestas en la ilusión de un mejor vivir, de que la gente pueda palpar beneficios tangibles como una mejor seguridad, una economía estable y sin sobre saltos, mejores condiciones y oportunidades de empleo, entre otras tantas demandas que hombres y mujeres exigen.

Sin embargo, ambas administraciones no tienen un cheque en blanco, es decir, la historia como podemos ver, ha dado cuenta de que la población si no es atendida sabe que cuenta con la espada de su voto y puede utilizarla en su oportunidad como mejor lo considere.

Por ello, si les va bien a ambas administraciones le va bien a México y a nuestra Ciudad por lo que les deseamos mucho éxito a ambas gestiones.

Analista especializado en temas político electorales de la CDMX.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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