Adrián Rueda
Con la publicación en la Gaceta Oficial del artículo transitorio que amplía el plazo legislativo para que el Congreso dictamine una nueva Ley de Participación Ciudadana, el gobierno de Morena oficializó el golpe a la organización vecinal.
La semana pasada, los pejistas, con el apoyo de sus rémoras del PT, el PES y el Verde Ecologista, cancelaron la posibilidad de que el Instituto Electoral de la CDMX convocara a la renovación de los mil 815 comités ciudadanos.
Por mucho que los legisladores de ese partido han negado que con el impedimento a esa convocatoria —que tendría que haberse lanzado el pasado lunes— se impida la participación ciudadana en las decisiones de sus gobernantes, la realidad es clara.
En la Gaceta Oficial se publica que, luego del transitorio aprobado, los diputados locales están obligados a presentar una nueva Ley de Participación Ciudadana a más tardar en diciembre, y que de ahí saldrá la base para las nuevas reglas de participación comunitaria.
Y que los actuales comités vecinales seguirán en funciones hasta el 31 de diciembre próximo, en espera de que el futuro ordenamiento —del cual ni siquiera existe un borrador— sea dictaminado y puedan realizarse nuevas elecciones.
Incluso la Gaceta especifica que eso tendrá que ocurrir, a más tardar, en la primera semana de diciembre, con lo cual pareciera estar salvada la garantía de que los vecinos seguirán teniendo su representación ante las autoridades.
Pero el tema es que no hay ninguna cláusula o candado que garantice que, en caso de que para entonces aún no haya ley —lo cual es muy probable—, los comités vecinales podrán seguir operando indefinidamente.
Porque nadie duda de que, en caso de que los diputados locales se atoren con el tema, Morena utilizará su mayoría para aprobar un nuevo transitorio que amplíe una vez más el periodo para cumplir con la ley.
Eso es muy posible, como también lo es que, con ello, se cancele la participación vecinal, pues por ningún lado quedó por escrito que, en caso de un retraso legislativo, todo siguiera igual que ahora.
La realidad de este asunto es que desde el gobierno central se quiere desarmar la actual estructura de comités ciudadanos, por la sencilla razón de que no están bajo el control de Morena, sino de los anteriores delegados.
Porque si bien Morena ganó varias alcaldías y diputaciones, fue por la figura de Andrés Manuel López Obrador, no por la de sus candidatos.
Ya como los morenos no son bien vistos por los vecinos, el gobierno quiere desmantelar las estructuras e impedir que en las elecciones intermedias de 2021 puedan inclinar la balanza a favor de la oposición.
CENTAVITOS
Por cierto, en Donceles se han mimetizado tanto con el Zócalo que todas las fallas, debido a lo ineptos que son, se las quieren achacar a las anteriores legislaturas. Ya van para ocho meses y aún no se olvidan de Leonel Luna y compañía; está claro que no pueden con el paquete.
