Connect with us

CDMX

OPACIDAD EN LA 4T TRANSFORMACIÓN

Published

on

Las ideas y de las políticas públicas, de salarios, y de cómo llevar a cabo proyectos deben ser sometidos a debate, a discusión, ha dicho el presidente de la República en repetidas ocasiones en sus ruedas de prensa matutinas. El tema es si él y su administración están preparados para soportar tal debate.

Queda claro que estamos ante el presidente que, en los espacios y mecanismos definidos por él, acepta cualquier cuestionamiento aunque no siempre tenga respuestas y eso ya representa un cambio radical, sideral, respecto a cualquier otro presidente en la historia del país y tal vez del mundo. Eso se celebra, sin duda, y es un privilegio para quienes pueden hacer las preguntas. El equipo que rodea al presidente, sin embargo, adolece de esa misma sensibilidad y han sido evidenciados.

Para ello, el gobierno de la república, a través de la Secretaría de Hacienda creó un manual distribuido entre los secretarios y subsecretarios para que en sus entrevistas con periodistas sepan qué temas no abordar o cómo coloquialmente se dice, darles la vuelta y no comprometer una respuesta concreta.

El manual bien podría haber sido útil a Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública cuando sí sugirió que los salarios que paga la iniciativa privada deberían regirse por los mismos criterios de austeridad del actual gobierno.

O cuando el propio secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, hizo temblar a la administración cuando aceptó la posibilidad de la cancelación del proyecto de Aeropuerto en Santa Lucía por el excesivo costo de recompra de bonos del proyecto. Incluso el tema del recorte presupuestal a universidades en un seis por ciento se ha vuelto un enredo porque se afirma que con las becas para estudiantes se compensa la reducción, cuando se trata de universos diferentes.

Nos enfrentamos a un momento sui generis, en el que se ofreció que la información sería transparente, pero esa política no puede estar supeditada sólo a una rueda de prensa diaria.

Hay funcionarios del gobierno, diputados, senadores y miembros de Morena que argumentan que en otras administraciones la información se ocultaba y presumen transparencia en la actualidad.

El manual es un intento de soslayar el impacto negativo que ha tenido la reducción del presupuesto de universidades y de organismos autónomos.

La política de transparencia que ha ofrecido López Obrador se enfrenta a la llamada “curva de aprendizaje” que para él, acostumbrado desde hace más de 20 años a enfrentar los medios de comunicación, será menos complicada.

La curva es dolorosa para aquellos que deben hablar con claridad sobre el proyecto del Aeropuerto, de la relación con los estados y de los delegados especiales, del impacto ambiental del Tren Maya, de la reducción de recursos a programas de género, de la reducción de la inversión extranjera, del recorte presupuestal al campo, de la desaparición del Seguro Popular, de seguridad pública y de la Guardia Civil, entre otros temas.

La Cuarta Transformación ofreció claridad y está a tiempo de brindarla, de concentrarse en lo importante y no en guerras intestinas en el gobierno que ponen en riesgo el proyecto, y pueden llegar a ser catastróficas para el gobierno. Otro cambio que se aprecia entre quienes han cubierto las actividades presidenciales es el vértigo de los acontecimientos.

Hay anuncios de puesta en marcha de programas que anteriormente tardaban meses en cocinarse y requerían campañas previas de información interna. A mayor velocidad, las maniobras deben ser más delicadas y cuidadosas porque se corre el riesgo de volcar. Ojalá que haya consciencia de que no está en juego su personal legado histórico, sino el futuro del país.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes