Jorge Samuel del Villar
Excelentísima Audray Azoulay
Directora General UNESCO
El patrimonio de la humanidad está en un nivel de riesgo, como pocas veces lo ha estado, a lo largo de los siglos XX y XXI, tanto por la importancia de lo que está en peligro, como por su cantidad.
Bien sabe usted, que podría estudiarse un doctorado en cualquiera de las universidades más prestigiadas del planeta sobre tan sólo una de las miles de aportaciones mayas para la especie humana; un modesto ejemplo es el concepto matemático del cero. Sus aportaciones arquitectónicas no sólo incluyen el invento del arco, sino cálculos matemáticos perfectos que logran formar una serpiente de sol en movimiento en cada equinoccio y solsticio. La pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá, por sus atributos estéticos e históricos es una de las 7 maravillas del mundo moderno, pero como ella, hay miles que duermen bajo las selva peninsular.
Siempre se ha sabido que la península de Yucatán es de los pocos rincones del mundo que yacen sobre una concatenación de sitios arqueológicos que no han sido excavados. Es una experiencia única de vida, que sólo se puede vivir en contados lugares como la península mexicana o Angkor, Camboya, caminar por la selva e ir descubriendo vestigio tras vestigio, en una perfecta armonía con la naturaleza. Como mejor resguardadas están las ciudades de nuestros ancestros; es debajo de la selva, pues el gobierno mexicano ni siquiera contaría con los recursos monetarios necesarios para protegerlos, de ser descubiertos.
Lo que siempre se ha sabido de manera empírica, se ha comprobado científicamente. National Geographic publicó este año los resultados de la iniciativa PACUNAM, que utilizó el instrumento tecnológico Lídar Titan, para penetrar en 2000 km2 de la selva guatemalteca, casi en su frontera con México. Mediante la emisión de rayos láser y la instrumentación GPS se localizó con exactitud milimétrica, que debajo de la selva de ese territorio, dos veces más grande que Hong Kong; tres veces más grande que el Estado de Singapur; seis veces más grande que el Estado de Malta y mil veces más grande que el Estado de Mónaco; yacen conglomeraciones de ciudades de la cultura que prevaleció durante más de tres mil años. La civilización maya no conoció de la actual frontera política entre México y Guatemala. Si el proyecto publicado por National Geographic se extrapolara a toda la península de Yucatán; se comprobaría que debajo de prácticamente todas las ciudades, campo y selva reposan los vestigios de la cultura precolombina más letrada en el continente americano.
El entrante poder ejecutivo del gobierno mexicano pretende iniciar la construcción de un tren por toda la península del Mayab este 16 de diciembre. Algunas paradas incluyen varios puntos que forman parte del patrimonio de la humanidad del cual usted, Madame Azoulay, fue electa para resguardar. Me permito incluir los códigos bajo los cuales la institución que usted dignamente encabeza ha tenido a bien catalogar de tan sólo algunos de los sitios en peligro: CONF 005 VII.A; CONF 202 23.18; 38 COM 8B.16; 42 COM 7B.63. En el 2011, el congreso mexicano aprobó una reforma constitucional en la que el Estado Mexicano se obliga a respetar los tratados internacionales de los que es signatario, incluso por encima de nuestra Ley Nacional Suprema. La acción o inacción de la UNESCO en este tema, muy probablemente marcará su gestión al frente de ella. Además marcará un precedente importante en estos tiempos en que las organizaciones internacionales han sido bombardeadas por los nuevos tiranos, como Donald Trump.
Courage et Défendons ce qui nous appartient.
Affectueusement.
