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Capital Político

Pasa de noche el New’s Divine

Morena buscó archivar el asunto y la procuradora Ernestina Godoy pidió al juez decretar la no acción penal en contra de Francisco Chíguil y cerrar el caso.

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Adrián Rueda

Hoy se cumplen once años de aquella tarde trágica en que un fallido operativo ocasionó la muerte, por asfixia, de nueve adolescentes y tres policías, al tratar de clausurar el antro New’s Divine, de la entonces delegación Gustavo A. Madero.

A pesar de la importancia, el asunto pasó de noche en el Congreso de la Ciudad de México, donde Morena ni siquiera consideró inscribirlo en los temas del día de la Comisión Permanente, por lo que no hubo manera de tocarlo.

Parece que a los morenos no les interesa que la corrupción del entonces delegado y hoy alcalde de su partido, Francisco Chíguil, haya enlutado los hogares de la demarcación que gobierna.

Si los morenos tomaron como bandera la muerte de niños en la guardería ABC del IMSS, en la época de Felipe Calderón, o la desaparición de 43 normalistas, con Enrique Peña Nieto, cómo es que no les interesa la muerte de jóvenes en plenitud de vida en la GAM.

La acusación de corrupción contra Chíguil —que se tradujo en homicidio— se basa en que, al llegar a la jefatura delegacional, ordenó la reapertura del New’s Divine, que había sido clausurado por su antecesora, Patricia Ruiz Anchondo.

Ambos experredistas, y hoy flamantes morenos, chocaron, pues mientras Patricia ordenó cerrar definitivamente ese giro negro, Francisco ordenó reabrirlo.

Por eso, el 28 de diciembre de 2007 —en pleno Día de los Inocentes— y con un par de meses en el poder, el delegado firmó la reapertura, ignorando las denuncias de que ahí se vendían drogas, alcohol y se corrompía a menores.

¿A cambio de qué Pancho Chíguil dejó sin efecto la clausura y permitió que ese giro negro reabriera? No está claro.

Lo que sí está claro es que el antro volvió a operar con las mismas actividades por las que Ruiz Anchondo lo había clausurado, tan es así que se ejecutó un fallido operativo que ocasionó la muerte de nueve jóvenes, casi niños.

Lejos de buscar el castigo para el delegado, Morena lo postuló para alcalde en 2018, cargo que obtuvo gracias a la figura de YSQ.

Pero no conformes con revivirlo, Morena buscó archivar el asunto y la procuradora Ernestina Godoy pidió al juez decretar la no acción penal en contra de Chíguil y cerrar el caso.

Seguro pensó que el juez Ángel Cámara acataría la instrucción, pero el valiente funcionario no sólo se negó, sino exigió a la Procuraduría, a la Jefatura de Gobierno y a la Comisión de Derechos Humanos de la capital hacer justicia a las víctimas y no proteger a funcionarios.

Un héroe de los que no abundan; su premio fue ser removido del caso y Morena ni se inmutó.

CENTAVITOS

A ver si en el aniversario luctuoso de esa tragedia la autoridad recuerda el hecho y da la cara a los deudos. No se trata del ABC o de los 43, pero no es un asunto menor. ¿Alguien en la GAM le confiaría a Chíguil el cuidado de sus hijos, si por su corrupción murieron varios adolescentes? ¿Alguien se atrevería a estrechar su mano? Aún hay víctimas que sobrevivieron con daños irreversibles; parece que a la 4T no le importan.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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