Connect with us

CDMX

Pleito entre priista, divulgación de espionaje a periodistas

El “pajareo” data desde que el Gobierno teme a la verdad periodística
Por Luis Repper Jaramillo*
[email protected]

Published

on

El reciente enredo de espionaje del gobierno federal a periodistas y defensores de derechos humanos, puede leerse como la “guerra sucia” que entre priistas se dará de aquí a la elección presidencial de 2018, por lograr –como sea- la nominación partidista.

Este pleito es el resultado del encono, enfrentamiento y el celo político que traen desde 2013 Luis Videgaray vs Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, que bajo su responsabilidad esta la policía política de la nación, léase Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) o como coloquialmente se le conoce en el ambiente periodístico “Bucareli News”, “Orejas de Gobernación”, cuyo triste papel es inmiscuirse en la vida profesional, familiar, social, religiosa, incluso política, de reporteros, columnistas, conductores, dueños y/o directores de medios, analistas, editorialistas, comentaristas y todo aquel profesional que maneje información.

Y digo que la guerra por el poder data desde que Luis Videgaray Caso, compadre, esbirro de Enrique Peña Nieto desde que éste era gobernador del Edomex. Tuvo sus momentos más álgidos cuando siendo Secretario de Hacienda, se sintió (con derecho de sangre) poseedor del control político de gabinete, cuando constitucionalmente al hidalguense le corresponde esta responsabilidad. Videgaray se atribuyó la potestad para seleccionar en 2013, a los aspirantes a cargos de elección, para el proceso intermedio, incluso más que el entonces dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz.

Con esa altanería, Videgaray se sintió, y tal vez lo fue, el número dos de Los Pinos, que lo fortaleció y colocó por encima de las opiniones y decisiones de Osorio Chong, sabedor que era respaldado incondicionalmente por Peña Nieto, que lo convirtió en soberbio, arrogante, intransigente ante el primer círculo de poder del mexiquense.

Rencoroso como es, Videgaray, guardó dardos envenenados para en su momento dispararlos al inquilino de Bucareli y ese tiempo fue hoy.

El escándalo de las intervenciones telefónicas contra periodistas y miembros de las ONG’s, no fue casual, sino causal, para ello se confabularon Videgaray –que aspiraba a la nominación priista al 18, y José Antonio Meade (Secretario de Hacienda), también mencionado por algunos colegas, como candidato tricolor “a la grande”.

Disparar los dardos envenenados fue una jugada sucia, como él, para exhibir ante los medios, la opinión pública y la sociedad, a Osorio Chong –por aquello de la responsabilidad de su policía política- que aderezaría con su presencia y participación en la  47ª Asamblea General Ordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada en Can Cún, Quintana Roo, cuya presidencia encarnaría Videgaray, por ser país anfitrión.

En su papel de aprendiz de Secretario de Relaciones Exteriores, llevaba en su folder como asunto principal “masacrar”, exhibir, denostar al gobierno venezolano de Nicolás Maduro, para lo cual días antes de la Asamblea, se enfrascó en un pleito diplomático contra la aún canciller bolivariana Delcy Rodríguez, (recientemente relevada del cargo) al criticar la situación política y social de aquel país, a lo que Rodríguez le reviró con un golpe mediático al que no supo reaccionar, el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos: el gobierno mexicano no tiene calidad moral para hablar de los asuntos del país sudamericano, ya que México es el lugar más peligroso para ejercer la profesión del periodismo, donde el narcotráfico ha penetrado toda la institucionalidad de ese hermano país, convirtiéndolo en un Estado Fallido, donde los desaparecidos suman cifras realmente espeluznantes”

Delcy retó al aprendiz de canciller, espero en Can Cún al canciller de México decírselo en su cara: atienda a su pueblo, atienda las demandas de su pueblo, atienda los desaparecidos, la violencia, el narcotráfico

Para concluir su pieza oratoria, la venezolana remató vamos a debatir sobre democracia, sobre derechos humanos, sobre violencia. Tiene que ser muy desvergonzado (Luis Videgaray) para pararse a decir lo que ha dicho de Venezuela sin voltear a ver la realidad de su país. Y lo cumplió, en la Asamblea de la OEA, Delcy no retiró la postura, no contra México, sino contra el aprendiz de canciller… y ¡zaaz!

Ya en Can Cún, siendo Presidente de la Asamblea, Videgaray había confabulado “echarle montón” al régimen de Maduro, con la rémora de cancilleres de Perú, Uruguay, Guatemala, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, Argentina, desde luego México, etc. pero se llevó un enorme fracaso, pues para lograr una “Recomendación de la OEA” por la crisis humanitaria, política y social en Venezuela, se necesitaba el voto de la mayoría de los 34 países miembros. La gestión se llevó un chasco pues sólo 14 naciones apoyaron la postura Videgaray. Una derrota más.

Y así de fracaso en fracaso, de error en error, de inconsistencia en inconsistencia, de improvisación en improvisación el régimen peñista, sigue dando tumbos y su “compadre” no da una. Pésimo Secretario de Hacienda, en ese periodo se anotó un yerro garrafal, una afrenta a la diplomacia nacional, una falta de respeto a los mexicanos, cuando Videgaray, sin ser Canciller, gestionó y trajo –en calidad de Jefe de Estado- al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, a México a quien trasladó en helicóptero oficial del Estado Mayor Presidencial, del AICM a la Residencia Oficial de Los Pinos, en un alarde de prepotencia e irresponsabilidad, ante el enfado y reclamo (con razón) de la entonces responsable de la política exterior Claudia Ruiz Massieu.

Fue tan humillante y grotesca tal “visita” que el propio gabinete criticó la decisión unipersonal y fuera de protocolo… pero, nada pasó. Peña pidió a su compadre dejar la Secretaría de Hacienda (lo guardó unas semanas bajo el cobijo de Los Pinos), para después, ante la sorpresa de todos los mexicanos, lo nombra Secretario de Relaciones Exteriores, en sustitución de la sobrina “del Patrón”, Carlos Salinas de Gortari… con los resultados fatales ya conocidos.

Bien, pues este sujeto, aprendiz de todo, capitán de nada, es quien impulsó el sisma mediático, la crisis al interior del gabinete presidencial, desorientación social e ira popular y ahora pretende erigirse en candidato priista a la presidencia de la república, atacando a su potencial adversario, el inquilino del Palacio de Cobián, Miguel Ángel Osorio Chong, que no canta mal las rancheras y que trae tras de sí, infinidad de errores, entre ellos la vergonzosa inseguridad nacional, la violación a derechos humanos de grupos inconformes utilizando a sus policías,  federal y la gendarmería, la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, entre otros.

Además, el trabajo sucio y denigrante de su CISEN (policía política) que vigila e interviene las comunicaciones de periodistas, medios, violando derechos fundamentales, provocando angustia, miedo, temor, ira y coraje de los profesionales de la información.

De este tamaño son los golpes “bajo la mesa” de los aspirantes priistas, descuidando su responsabilidad, pues faltan 15 meses para la “madre de todas las elecciones”… y nada pasa. No hay llamada de atención, el Jefe deja hacer, deja pasar, mientras el país padece la peor crisis, en todos los sentidos, de su historia.

Si esto sucede a 15 meses del proceso electoral  rumbo al 18, podemos imaginar cómo se desharán los tricolores de las “amenazas” de adversario que no sean del Grupo Atlacomulco, por lo que José Narro Robles, Enrique de la Madrid Cordero, José Antonio Meade, podrían despedirse de esa pretensión; o crear grupos de apoyo más poderosos que los mexiquenses, si en verdad aspiran a la nominación.

Por lo pronto, Luis Videgaray, de su suyo, no tiene la menor oportunidad por tantas tonterías que ha cometido en sólo 4 años. Y como se ven las cosas, no descartemos que su “gallo” sería José Antonio Meade, por manejable, moldeable, manipulable y testaferro.

Las señales que ha enviado Videgaray a lo largo del sexenio a su Jefe, son claras: autosuficiente, incumple los rituales de fidelidad, lealtad y sumisión al compadre. Ya tomó su rumbo, se maneja libre; simula acatar los protocolos que el Gabinete Legal marca. Pero lo del espionaje a periodistas, dardo contra Osorio Chong, el affaire Peña/Trump, el conflicto diplomático con Venezuela, la pésima gestión al frente de la SHCP y las ocurrencias cono aprendiz de canciller, más la corrupción en la compra de una residencia en el Club de Golf en Malinalco, Estado de México, a Grupo Higa, por más de 7.5 millones de pesos, y más torpezas, lo imposibilitarán para quedarse con la candidatura… y como no será él, ya le puso piedras en el camino a su adversario, Osorio Chong… ¡nomás para venganza!  

El espionaje oficial a periodista, es real. Lo saben en Los Pinos, en Bucareli, en la PGR, en la CNDH. Desde que yo ingresé a esta maravillosa profesión, en los 80’s, nos sometía RTC (Gobernación), -en las estaciones de radio en donde me desenvolví- a través del famoso teléfono rojo, ubicado en la cabina de transmisión de noticias.

En aquellos ayeres no se usaban celulares, entonces el CISEN intervenía los teléfonos convencionales de casa, de las redacciones, de las salas de prensa. Sabíamos que eso sucedía, pero no tan burdo, con tanta bajeza, con cinismo como en 2017.

Sinvergüenzada que ha evidenciado al Gobierno Federal denunciada por el periódico norteamericano New York Times, y que tibia y miserablemente “desmintió” el Gobierno de la República… y que, desde luego, ningún mexicano cree.

 

 

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y Comunicadores por la Unidad (CxU).

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes