Arturo Páramo
Como ningún presidente en este siglo, el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovecha las herramientas de propaganda que tiene a la mano.
Las cerca de 60 conferencias de prensa matutina que se han desarrollado en Palacio Nacional se han convertido en la mejor herramienta de difusión de mensajes políticos, de información de programas de su administración, de control de daños, y de respuesta a críticas de opositores.
Detrás de ese despliegue se encuentra el Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales, CEPROPIE, organismo que lejos de perder relevancia como otros organismos de la administración federal, se ha convertido en tal vez la mejor herramienta con que puede contar López Obrador.
Sus mensajes son transmitidos en directo por el estatal Cana 14, con presencia en tv abierta en 13 capitales y estados, sin embargo, disponible a través de todos los sistemas de televisión de paga del país.
Además de ser aprovechado por medios de información de todo el país que no tienen capacidad para enviar a un representante a la conferencia, la infraestructura de CEPROPIE es aprovechada para difundir los encuentros de López Obrador con simpatizantes en sus visitas a los estados que tanto se parecen a mítines de campaña.
Es ahí donde la importancia de la producción televisiva alcanza sus niveles más importantes. Es en esos encuentros en plazas y estados donde aparece el verdadero presidente surgido de un movimiento social.
El manejo de cámaras, la selección de tomas, el ritmo, el énfasis en los primeros planos cuando lanza frases que conectan con la audiencia en vivo, el “me canso ganso”, “El pueblo se cansa de tanta pinche transa”, el “no hay que buscar el dinero fácil, el lujo barato”; o “sólo se puede ser feliz siendo bueno”, quedan registrados.
También se difunden los mensajes en donde los gobernadores se rinden a la influencia del presidente, cuando sus gobernados en los estados los callan con rechiflas, o cuando apoyan abiertamente al presidente en temas polémicos como la Guardia Nacional.
Este miércoles el presidente López Obrador llevará esta estrategia a otro nivel. En su visita Monterrey, Nuevo León encabezará ahí la primera reunión del gabinete de seguridad fuera de Palacio Nacional y la primera conferencia de prensa “mañanera”.
Los otros grandes temas que López Obrador sigue siendo su lucha en contra de organizaciones no gubernamentales, contra organismos autónomos de la administración pública y contra los administradores de las estancias infantiles a quienes se les retiraron recursos púbicos.
El presidente condena la falta de transparencia del las ONG’s tras recibir recursos y que fueron creadas y auspiciadas por sectores empresariales favorecidas por los anteriores presidentes.
Los organismos autónomos encargados de regular la actividad de sectores como el energético también han sido severamente criticados en su independencia por López Obrador, quien busca desaparecerlos.
Las estancias infantiles no desaparecerán, pero sí verán reducida la cantidad de gente que se acerque a ellas. Las que subsistan deberán hacerla modificando sus costos y entrando a una lucha por el mercado a la que no estaban acostumbradas.
La economía sigue siendo una incógnita tras la mala aceptación del plan de financiamiento para Pemex dada a conocer por el gobierno federal, y a la reducción de la base tributaria que esa dependencia deberá cubrir.
Y en todas esas batallas el presidente tiene las de ganar, en parte por el 85 por ciento de aprobación que las encuestas dicen que tiene -mayor a cuando fue electo-, también por su ya conocida perseverancia y terquedad -aceptada por él mismo- y por el gran aparato de propaganda que tiene a su disposición.
Y en ese afán, López Obrador busca a toda costa reformar la Constitución para lograr que en 2021, en la elección de medio término, su nombre aparezca en las boletas en su ansiada revocación de mandato.
Para ello, el presidente prepara el camino, visitando los estados, haciendo promesas, y anunciando que retornará para evaluar el cumplimiento de los programas ofrecidos. La campaña será permanente.
Estamos, pues, ante la gestación del fenómeno de mayor concentración de poder en una sola persona de la historia reciente y para ello la propaganda oficial es fundamental.
