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Capital Político

¿Qué trae la 4T contra el Metro?

Llama la atención que, tras la llegada de la izquierda al poder en la Ciudad de México, la construcción de este sistema de transporte se haya abandonado

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Adrián Rueda

Cuando a principios de los años 60 el entonces jefe del Departamento del Distrito Federal, Ernesto P. Uruchurtu, se opuso a la construcción de lo que fue la primera línea del Metro en la ciudad, cavó su tumba política.

Considerado como El Regente de Hierro, el sonorense fue destituido por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, por un pretexto, alejado de las verdaderas causas que motivaron su salida.

El presidente de México visualizaba ya un problema de crecimiento de transporte en la capital y, ante la falta de visión de Uruchurtu, que ocupaba el cargo desde las administraciones de Adolfo Ruiz Cortines y de Adolfo López Mateos, lo destituyó en 1966.

Finalmente, Díaz Ordaz inició la construcción del Metro y, quizá con ello, evitó que en la actualidad la capital esté colapsada por la falta de transporte público.

Por eso llama la atención que, tras la llegada de la izquierda al poder en la Ciudad de México, con Cuauhtémoc Cárdenas al frente, la construcción de este sistema de transporte se haya abandonado, excepto por la Línea 12 que hizo Marcelo Ebrard.

Hasta 1997, con el último regente del PRI en el entonces DF, se construyeron alrededor de 200 kilómetros de Metro, y se dejó un Plan Rector elaborado por especialistas de varias instituciones sobre el tema, para que en 2020 la capital estuviera conectada por trenes.

De haberse llevado a cabo este plan, la hoy CDMX no tendría los problemas que hoy padece en movilidad, contaminación y transporte masivo, pues estaría conectada por el Metro en prácticamente todo su territorio.

Eso se hace en todas las grandes capitales del mundo, pero aquí se desdeña, y todo porque se le da prioridad al automóvil mediante obras faraónicas, como los dobles pisos y la Supervía Poniente, que sólo benefician a los conductores.

Claro, esas obras no otorgan transporte masivo eficiente, pero sí votos.

Llama la atención que en el actual Plan de Gobierno no venga absolutamente nada sobre la construcción de nuevas líneas del Metro, que deberían ser consideradas para evitar el inminente colapso del transporte.

En lugar de ello, se habla de fortalecer la adquisición de camiones públicos —que ni siquiera son eléctricos o híbridos para abatir la contaminación— a fin de congestionar aún más esta complicada ciudad.

Si todavía existe el Plan Rector del Metro, la jefa de Gobierno le debería echar una ojeada, pues en él participó incluso la UNAM, quizá ya no para aplicarlo como está, pero sí para tomarlo de base y darle una actualizada.

El regente que más Metro hizo en la capital fue el guanajuatense Ramón Aguirre, con 70 kilómetros, que son más de una tercera parte de la totalidad existente.

CENTAVITOS

Y siguiendo con el transporte y la movilidad, bien haría la Semovi, de Andrés Lajous, en tomar algunas clasecitas de política, para que, al menos, antes de imponer cualquier acción restrictiva en su sector, la socialice un poco.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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