Connect with us

Influyentes

¿Quien escribirá la historia de la 4T?

El pasado 28 de junio, el presidente contestó a quien esto escribe que ingresar al Consejo de Seguridad de la ONU no era prioritario para su gobierno…

Published

on

Arturo Páramo

Tener la posibilidad de ser incluidos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, crear una empresa estatal que se plantea llevar internet a todas las poblaciones rurales y marginadas del país y el video del presidente con un vendedor de jugo de caña expresan una serie de contradicciones del actual gobierno.

El pasado 28 de junio, el presidente contestó a quien esto escribe que ingresar al Consejo de Seguridad de la ONU no era prioritario para su gobierno: “No hemos analizado esto. Nosotros vamos a hacer una política exterior no protagónica, no queremos ser candil de calle y oscuridad de la casa. La mejor política exterior es la interior”.

Lo cierto es que el presidente presumió este lunes en un video que, como se le hizo ver hace casi un mes, que el gobierno mexicano ya contaba con el apoyo de los países de Latinoamérica y del Caribe para representarlos en el máximo consejo de seguridad de la humanidad.

O se trataba de falta de información o el presidente lo desdeñó en su momento porque su prioridad sigue siendo recorrer las zonas rurales, las poblaciones más aisladas del país.

Tal vez por ello en su momento el tema le era poco atractivo pese a que el representante del gobierno de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de La Fuente presumió el logró públicamente.

Este lunes, apenas bajando de la sierra de La Huasteca, el presidente grabó un video felicitando a De La Fuente anunciando que México es respetado en el continente y en el mundo.

México, su política exterior tan en entredicho en los tres sexenios pasados, recupera terreno porque intenta el desmantelamiento de un modelo político y económico mientras en la América hispana y Brasil se debate entre el neoliberalismo tardío, el populismo y la derecha extrema.

En otro plano, el presidente mira hacia el México más profundo, el de las sierras intrincadas, de las zonas marginadas, con su propósito de visitar los 80 hospitales rurales construidos entre las décadas de los setenta y ochenta, propone su recuperación para atender a los mexicanos que no pueden salir de sus comunidades.

La semana pasada también se anunció la creación de la empresa estatal que llevará internet a las zonas más marginadas del país. De acuerdo con el titular del Ejecutivo, cerca del 75 por ciento del territorio no tiene acceso a la red.

La conexión a internet es básica para intercomunicar a esas comunidades apartadas servirá para bancarizar a los beneficiarios de programas sociales, de becas y pensiones.

En cada rueda de prensa hace alusión a lo que califica como “la gran reserva de valores de esas comunidades”.

Su política es impecable por la intención de compaginar una visión externa (pese a que no simpatice con ello) y procurar que la brecha digital sea menos amplia, sin embargo, hay terrenos donde es difícil no pestañear ante sus posturas.

López Obrador planteó este lunes que el periodismo responsable debe estar al servicio de su proyecto y ser elemento de la transformación del país.

La labor del periodismo es relatar lo que sucede, con el mayor rigor posible, sin militar pero tampoco descalificar.

Cuestionar aquello que parezca un despropósito (¿Informes de gobierno cada cien días?, ¿Para qué?; ¿Vivir dentro de un museo?, ¿Para qué?; ¿Visitar 80 hospitales?, ¿Para qué?; ¿Que el vendedor de jugo de caña tenga un apoyo económico para seguir en las mismas condiciones en lugar de que tenga un exprimidor mecanizado?, ¿Es eso progreso?) y no tomar posturas ni a favor ni en contra.

Como pocos, este gobierno es rico en temas que deben ser abordados y discutidos de forma seria, los recortes de personal que no recibía grandes salarios, la contratación de funcionarios que tenían notables conflictos de interés, las denuncias de ex funcionarios de decisiones tomadas sin rigor técnicos, grandes proyectos que son lanzados sin tener bases sólidas, y un etcétera tan largo que, una vez que se revisen estos días, darán material para muchos libros de historia, de esos que tanto gustan al presidente.

La historia, de cualquier forma, no la escriben los políticos o los funcionarios, sino los historiadores con base, por fortuna, en artículos de periodistas serios.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Continue Reading
Advertisement Article ad code

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes