Hasta antes de que llegaran los fatídicos sismos de 19-S, Ricardo Monreal tenía definido perfectamente su futuro político, y con fechas precisas se alistaba a dar los pasos necesarios para abandonar Morena y ser candidato por alguna otra vía a la Ciudad de México.
Con su equipo cercano tenía decidido que el 27 de septiembre presentaría su Segundo Informe de Gobierno; dos días después, o sea el 29, anunciaría su salida de Morena, y el 1 de octubre solicitaría licencia al cargo como delegado en Cuauhtémoc.
Todo estaba perfectamente planeado, sólo que se presentó el terremoto y derrumbó sus planes.
Tras el sismo, una de las delegaciones más afectadas fue precisamente la Cuauhtémoc, por lo que desde ese momento supo que en esas condiciones no se podría ir pronto y había que olvidarse del plan inicial.
Pero hábil como es, pidió una declaratoria de emergencia para su demarcación y estuvo de acuerdo en que el gobierno central y el federal se hicieran cargo de organizar la ayuda a los damnificados y la reconstrucción de la zona afectada.
¿Por qué lo aceptó?
Primero, porque hay jerarquías y se trató de una orden superior, pero, por otro lado, porque si él no se iba a hacer cargo de la reconstrucción, podría retomar su agenda política y tratar de volver a cuadrar su ruta rumbo a 2018.
Quienes lo conocen aseguran que ya reactivó sus reuniones con Héctor Serrano, exsecretario de Seduvi; Jorge Romero, dirigente del PAN en la ALDF, y por supuesto, con Dante Delgado, el líder del Movimiento Ciudadano.
Monreal se ha dado un nuevo plazo, que no excederá de este mes, para anunciar oficialmente su salida de Morena y su probable integración al Frente Amplio Democrático, que iniciaron el PAN, el PRD y el MC.
Es más, antes del terremoto, el zacatecano pensaba en un auténtico Frente Amplio, con el PES, Panal, Verde Ecologista y hasta el PRI, para que se sumaran todos.
Seguro sabe de la oposición interna en el sol azteca sobre sus aspiraciones, sobre todo de la presidenta nacional, Alejandra Barrales Magdaleno, pero su equipo dice que ella es la presidenta, no la dueña del PRD.
Que es como la directora de una empresa, pero no socia accionista, por lo que el escollo puede ser saldado.
Por otra parte, Monreal ya buscó incluso el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas, pues aunque muchos dicen que es una reliquia, su bendición aún pesa –y mucho–, incluso en gente como Miguel Ángel Mancera.
Y como el jefe de Gobierno tiene que dar su opinión sobre quién lo sucederá en el cargo, el de Zacatecas quiere que Cárdenas le dé un pequeño empujoncito para la candidatura al Gobierno de la Ciudad de México en 2018.
CENTAVITOS… A la hora de revisar las culpas sobre irregularidades en la operación de inmuebles en la Ciudad de México, hay quienes afirman que el pleito no sólo será entre constructores, afectados y Procuraduría General de Justicia capitalina, sino que la grilla estará más densa. Ejemplo de ello se dio en el Colegio Enrique Rébsamen, donde 19 niños y ocho adultos murieron por la caída del inmueble, que a toro pasado se supo que actuaba con serias irregularidades.
Para el Invea, la delegada Claudia Sheinbaum pudo clausurar y no lo hizo; para el Tribunal Local de los Contencioso Administrativo fue el Invea el que falló. Sólo hay que recordar que a Yasmín Esquivel la puso Andrés Manuel López Obrador en el Tribunal y que a Meyer Klip lo puso Marcelo Ebrard en el Invea, para darse una idea de cómo está la grilla luego del temblor.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/10/10/1193655
