Por Ernesto Osorio
@Brosorio, @Gaceta_C y @discursoydebat
A Carlos Ilich González y sus “Rucos”.
Conforme se acerca el cierre de las campañas políticas, el ambiente entre las distintas fórmulas que se disputan los diferentes cargos de elección popular en esta ciudad se tensa cada vez más. Unos y otros elevan el tono de sus ataques, sin pensar que con su estrategia han generado un clima de crispación e intolerancia que preocupa.
Ejemplo de ello, es la forma en que la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena, PES y PT), reaccionó a la noticia de que la actual candidata a la Alcaldía de Álvaro Obregón por esa fórmula Layda Sansores, logró que le reembolsaran cerca de 700 mil pesos de gastos particulares (como el del tinte de su cabello, la lista del súper y una muñeca) con cargo al erario en el Senado.
De inmediato, líderes de Morena, sus candidatos y simpatizantes calificaron la noticia como parte de la guerra sucia instrumentada por el PRD y algunos funcionarios del gobierno capitalino que buscan evitar que la senadora con licencia del PT llegue a la Alcaldía de Álvaro Obregón.
Nadie hasta el momento, dentro del equipo político de Morena, ha salido a dar la cara para exigir una explicación convincente o que deslinde al Movimiento de Andrés Manuel López Obrador de las mañas de las señora senadora con licencia, hija del ex gobernador priísta de Campeche Carlos “el Negro” Sansores Pérez, de triste memoria.
Pero más preocupante, es la forma en que los seguidores de Morena, a través de redes sociales arroparon a Sansores comprándose la idea de que la acusación, pese a contar con soporte documental, es parte de la guerra sucia y una infamia.
Por qué esta reacción a la defensiva? ¿Por qué insultar, descalificar y amedrentar a quienes condenamos el cínico abuso de Layda Sansores, sin antes reflexionar y analizar mesuradamente su actuar?
¡Cuidado! esa intolerancia puede resultar peligrosa.
Revisando los apuntes del doctor Rómulo Lander, un psicoanalista de reconocida trayectoria en el ámbito de la psicología conductual, el especialista define la alteridad como la capacidad que tiene el sujeto de discriminarse del objeto. El entender que “yo soy yo” y “tú eres tú”, pero que en etapas pasionales como el amor o el odio suele perderse y es cuando surge la intolerancia.
“El sujeto intolerante no acepta la diferencia que hay en el otro y al perder esa alteridad, esa misma diferencia la hace suya porque no puede tolerar a nadie que sea diferente a él e inevitablemente reacciona con un empuje natural a eliminar o destruir al otro” explica el especialista.
El mismo identifica distintas formas en que se expresa esa intolerancia.
El maniqueísmo es una expresión religioso- filosófica, que en los inicios del cristianismo identificó a los buenos (ligados con Dios) de los malos (ligados al Demonio) por lo que los segundos tenían que ser eliminados conceptualmente. Hablando. Esta misma expresión es vigente en nuestros días y el doctor Lander las identifica en el grito maniqueo fanático presente en el acápite del gobierno de Venezuela: “Patria, Socialismo o Muerte”.
El fanatismo es otra expresión de intolerancia más subjetiva. “En nombre del amor a sus ideales – señala Lander- el fanático puede actuar con odio y operar con violencia hacia el sujeto diferente y someterlo mediante el terror y el crimen.
El autoritarismo como forma de gobierno, se soporta en el fanatismo, y su consecuente necesidad de poder maniqueo. Dice Lander que desde una posición de poder, el autoritario se dispone a alterar las leyes a su conveniencia, primero para mantenerse en el poder y luego para satisfacer sus propios ideales.
El fundamentalismo, se sostiene en la intolerancia del ser, pero a diferencia del fanático, el fundamentalista tiene una carencia adicional que se relaciona con la falta de una figura paterna y que suple con la compañía de un grupo y un líder con quienes comparte una Fe.
“El fundamentalista está en fusión, en simbiosis, no solo con sus ideales, sino también con la persona de su líder y en extensión con el grupo fanático”.
Contrario a todas las expresiones de intolerancia que hemos expuesto, el doctor Lander refiere al dogmatismo, alejado de figuras narcisistas o maniqueas. Es –dice- una expresión de nuestra mente para aceptar a quien es diferente. Se trata de seres capaces de creer en sí mismos y siendo dogmáticos, pueden coexistir en un mundo o una sociedad tolerante.
No seré yo quien identifique a los seguidores de Morena con algunas de estas expresiones de intolerancia o dentro del dogmatismo. Cada uno es responsable de sus acciones y sabrá identificar la forma en que su mente reacciona para bien de nuestra estabilidad social.
*Fundador y Director editorial CDMX de los portales digitales de información www. discursoydebate.com y www.gacetaciudadana.com. Cuenta con 25 años de trayectoria periodística trabajando la fuente política y social de la Ciudad de México. Es diplomado en artes culinarias y jugador amateur de soft-baseball. Su columna “Screwball” se publica en www.gacetaciudadana.com
