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SCREWBALL / No todo, es AMLO y Morena

¿Es que no pasa otra cosa en el mundo, nuestro país o nuestra ciudad, que lo que le suceda o diga este señor?

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Ernesto Osorio

Pasada la elección del primero de julio de 2018, esperábamos que la agenda mediática retomara su rumbo y en los medios de comunicación se le daría vuelta a la página electoral para regresar a los temas que afectan directamente al ciudadano, otorgándole a la información política la relativa importancia que siempre había tenido.

Lamentablemente no fue así. En un ejercicio de autocrítica como periodista debo reconocer que hemos sido en parte los culpables de haber convertido a la figura del Presidente de la República, en la de un ser con cualidades místicas, a la que muchos ciudadanos siguen y le rinden culto con una fe inquebrantable, como si se tratara de un líder espiritual o mágico cuya palabra es única.

Los periodistas y los medios de comunicación nos hemos convertido en la principal ventana de propaganda del actual gobierno y aunque también existe la prensa crítica, al final de cuentas ésta se orienta el mismo objetivo: hacer propaganda negativa, pero propaganda al fin, para el Presidente de la República y su entorno de poder, que alcanza obviamente al gobierno de la Ciudad de México y su titular Claudia Sheinbaum y a los órganos legislativos local y federal que domina Morena.

En un ejercicio ocioso, realice la semana pasada un recuento de las notas informativas dedicadas a los eventos y anuncios hechos por Andrés Manuel López Obrador, la Jefa de Gobierno y los legisladores de Morena en cinco periódicos (los de mayor consumo) y la proporción de noticias diarias de todos ellos, es en promedio de 6-10. Es decir, que de cinco noticias diarias que se difunden diariamente, al menos tres se relacionan con el quehacer político de López Obrador y su movimiento.

¿Es que no pasa otra cosa en el mundo, nuestro país o nuestra ciudad, que lo que le suceda o diga este señor?

El primer mandatario se ha adueñado de la agenda nacional, es él quien marca el ritmo a los medios de comunicación y fija tendencias en las redes sociales. Quien sea su asesor en materia de propaganda dio en el clavo, pues diariamente todos estamos atentos al quehacer de gobierno, a sus representantes, a sus decisiones y a sus tropiezos, que -dicho sea de paso- han pasado de ser imperdonablemente ofensivos y denigrantes a genialmente divertidos y graciosos. Dicen los expertos en ciencia política que a un gobernante con liderazgo se le valora por la forma en que responde a retos que le puedan resultar complejos; por su capacidad para debatir abiertamente con sus opositores y por su sinceridad para no alimentar  falsos rumores y privilegiar la verdad. Sin embargo, en el universo actual de la red social propia, el líder se ha transformado y ahora fabrica su propia agenda, rehúye todo tipo de debate y da rienda suelta a sus seguidores para que puedan generar mentiras en la red, y así lo ha hecho el señor Presidente.

Un ejemplo de ello lo vimos la semana pasada cuando el primer mandatario acusó indirectamente en una de sus conferencias matutinas al ex presidente Felipe Calderón de haberse beneficiado por un conflicto de interés con una empresa extranjera que durante su gobierno vendía energía a la Comisión Federal de Electricidad y de la cual hoy, es asesor. La respuesta del aludido fue inmediata y fue a través de las redes sociales que Calderón reto a un debate a López Obrador para hablar de sus respectivos patrimonios y la forma en que ambos los han construido. El Presidente –obvio-rehuyó a la propuesta y hasta se disculpó por haberle incomodado; ello levantó una andanada de ataques en contra del ex presidente panista.

La dinámica del primer mandatario distrajo la atención de los periodistas que acuden diariamente a sus conferencias pues los colegas esperaban al día siguiente alguna declaración espectacular que saciará sus ganas de escribir sobre la confrontación Calderón-AMLO, pero cuál fue su sorpresa que al final del día, el mismo López Obrador dio carpetazo al tema.

Mientras tanto, temas que surgieron esa misma semana como los bloqueos ferroviarios de los maestros de la CNTE en Michoacán y sus consecuencias, el incremento de centroamericanos que comienzan a saturar los albergues en Nuevo León, las huelgas en las maquiladoras y el incremento de la violencia criminal contra mujeres en el Valle de México por mencionar algunos otros problemas nacionales, merecieron menor atención en los noticiarios y lugares secundarios en los medios impresos.

De verdad, ¿cómo periodistas estamos dispuestos a seguir las directrices de la Presidencia, ¿dónde quedó el compromiso social que tenemos para atender a la población en su localidad y difundir sus principales problemas o necesidades?. ¿Sirve de algo llegar desde temprano a un salón para seguir el guión que nos marca el señor Presidente y escucharlo responder lo que él quiere, y no lo que uno le pregunta?.

Seamos sensatos, las conferencias matutinas sólo sirven a él y para exhibir a los reporteros y dejarlos al escarnio de miles de boots que a través de los comentarios en las transmisiones de Facebook se les lanzan con improperios y agresiones verbales de todo tipo. Pensemos, ¿quién necesita a quién?, Es momento de darle la justa dimensión a la información generada por la Presidencia y dejar de construir un adoratorio mediático para el líder de Morena. México, la ciudad, los ciudadanos, reclaman de nosotros atención y compromiso.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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