Se acabó el verano, a cambiar de hora

Eduardo León

Este domingo casi todos los mexicanos podremos dormir una hora más, el horario de verano 2018 llega a su fin; este será uno de los sábados de cada año que durará 25 horas, pues a las dos de la mañana deben de retrasarse los relojes 60 minutos.

Después de 20 años de aplicación del cambio de horario se mantiene la teoría de que se logran importantes ahorros de energía y se evita la combustión de 1.33 millones barriles de petróleo.

El principal argumento que se esgrime para la aplicación de este horario en México es el uso óptimo de la luz solar que reporta ahorros de energía eléctrica y, por lo tanto, una menor combustión de energéticos fósiles y la disminución en las emisiones de carbono.

El horario de invierno inicia el próximo domingo, y permanecerá vigente hasta el 7 de abril de 2019.

En los estados de Sonora y Quintana Roo no se aplica el horario de verano, por lo tanto, no hacen ningún cambio en sus relojes, lo cual responde a la ubicación geográfica de cada uno de ellos, lo que hace más conveniente mantener un mismo horario durante todo el año.

Para los 33 municipios de la franja fronteriza del norte del país el horario de verano tiene una duración de tres semanas más que el resto del país, ya que inició el 13 de marzo y terminará el 6 de noviembre próximo. Tan sólo en 2015, la aplicación del horario de verano evitó la emisión de 466 mil toneladas de bióxido de carbono, que es el principal contaminante del efecto invernadero responsable del calentamiento global.

Para 2017, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía, se obtuvieron ahorros en el consumo de electricidad por 885.7 giga watts hora, y se evitó la demanda de 548 mega watts, lo que equivale a la producción de una planta termoeléctrica convencional.