Connect with us

Uncategorized

Se ríe de encuestas, pero Barrales está en apuros

Ya se habla de la caída de la ex lideresa nacional del PRD al tercer lugar.

Published

on

Por Javier Ramírez

En no pocos frentes de Por México al Frente, particularmente en la Ciudad de México, y concretamente con la campaña para la Jefatura de Gobierno de Alejandra Barrales, ha comenzado a percibirse un tufo de duda y temor por el resultado que puedan tener el 1 de julio.

La candidata se ríe públicamente de las encuestas que la colocan en el tercer lugar de las preferencias, y sin descalificarlas, como dice cortésmente, asegura que está en una tendencia hacia arriba en las preferencias del voto.

Pero muy en confianza, algunas candidatas a alcaldías ya comentan del incremento que ha tenido Mikel Arriola, el candidato priista a la Jefatura de Gobierno, y sí, ya se habla de la caída de la ex lideresa nacional del PRD al tercer lugar.

Al otro día del festejo del Día de las Madres que organizó Leonel Luna en un salón de eventos sociales en Avenida Revolución, y al que asistieron Barrales y Ricardo Anaya, se citó a una reunión de imprevisto a los equipos de los candidatos frentistas.

No queda claro si el detonante fue el evento, que si bien atiborraron el salón con más de mil 500 mujeres, lo cierto es que resultó inquietante la apatía y el desdén que mostró la mayoría de las asistentes ante el candidato presidencial y la candidata a la Jefatura de Gobierno.

El asunto es que al siguiente día de ese evento se lanzó la orden de revertir la percepción de derrota que está comenzando a instalarse en la campaña de Barrales. A partir de ese momento se instruyó para que se abordaran las redes sociales con el hashtag #BarralesVaGanando, con la intención clara de pelear-incidir-mejorar la percepción de victoria en el ánimo de los votantes.

A diferencia de Anaya, que utiliza en su campaña la hipótesis de las mínimas consecuencias, es decir centrarse en criticar la situación económica en el País y el desempeño del Presidente, Barrales está atada de manos.

Esta táctica fue muy notoria en el candidato frentista desde que estaba en la presidencia nacional del Partido Acción Nacional. Según la hipótesis de las mínimas consecuencias, las campañas poco importan en la contienda electoral, porque no tienen impacto persuasivo sustancial en la preferencia de votos.

En realidad, y al final, el sufragio dependerá de la economía personal y del agrado que se tenga del Presidente en funciones. Es algo que Anaya hizo durante la pre campaña y al principio de su campaña ya como candidato, pero que ahora ha variado para concentrarse en el puntero, Andrés Manuel López Obrador. Barrales no pudo construir su estrategia a semejanza de la de su aliado panista para la Presidencia de la República. El problema con ella es similar al que enfrenta el candidato presidencial de la alianza PRI- PVEM-NA, José Antonio Meade, pues no han podido, o no han querido, romper con sus antecesores.

Alejandra, como Meade, carga, aunque vayan como alianza, con la pesada marca de sus respectivos partidos. A ello se agregan el desprestigio y los altos niveles de desaprobación que tienen tanto Miguel Ángel Mancera, como ex Jefe de Gobierno, como Enrique Peña, al frente del Ejecutivo Federal. Quizá aún está a tiempo Barrales para criticar abiertamente el controvertido legado de Mancera, quebrar lanzas y buscar rescatar algo para el PRD en la contienda, sin embargo el problema parece algo más complicado que sólo eso.

A diferencia de Meade, que de hacerlo no tendría a un ex Presidente en el Senado de la República listo para contraatacar abierta o soterradamente, Barrales sí. Quizá por ello en el equipo de la candidata frentista a la Jefatura estén estirando la liga y se mantengan a la expectativa de la resolución que dé la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en torno a la candidatura de Mancera.

De serle desfavorable al ex Jefe de Gobierno, quizá será el momento de Barrales para hacer leña del árbol caído. La imagen y la marca Mancera pasaron de ser un lastre a un ancla en la campaña de la ex senadora. El panorama es complicado para la candidata, las opciones se reducen y los tiempos apremian.

Tendrá que dejar de ser autocomplaciente -como ha sido el sello de su candidato presidencial-, ejercer una genuina autocrítica, dirigir una muy puntual al gobierno mancerista, y estar dispuesta a asumir los costos políticos y personales de ello. De su decisión depende ya no ganar la Jefatura de Gobierno, sino prácticamente la permanencia del PRD en el espectro político de la Capital.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes