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TROYA / Beatriz Gutiérrez, la esposa incómoda

Su afán de brillar y estar al mismo nivel político de López Obrador le causó al tabasqueño no sólo un problema diplomático con España, también lo convirtió en un “Patiño” de mexicanos y españoles que por días lo tacharon de ignorante, mediocre, mandilón y pendenciero.

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Elena Chávez González

De alguna manera todas las esposas tenemos un grado de influencia en nuestras parejas, lo cual, si se maneja positiva e inteligentemente contribuye al crecimiento profesional, laboral, económico y político del hombre, de ahí el refrán de que “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer”.

Este mensaje que nos ha perseguido a las mujeres por décadas y que sería cambiado por las ultras feministas a “al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer” le falló nada más y nada menos que a la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, quien con ese espíritu protagónico que la caracteriza lo llevó al ridículo nacional e internacional.

Su afán de brillar y estar al mismo nivel político de López Obrador le causó al tabasqueño no sólo un problema diplomático con España, también lo convirtió en un “Patiño” de mexicanos y españoles que por días lo tacharon de ignorante, mediocre, mandilón y pendenciero.

Pedirle a su esposo, el presidente de México, que firme una carta solicitando al rey Felipe Vl que en su calidad de representante de la corona española ofrezca disculpas a los mexicanos por las ofensas de que fueron víctimas los pueblos indígenas de un México que aún no existía, hecha además con su estilo y con sus conocimientos dizque de historiadora sobre la conquista de Hernán Cortés hace casi 500 años fue un golpe bajo para la investidura que tiene López Obrador.

Segura de que su exitosa propuesta la llevaría al clímax en la vida política que no es de ella, sino de su esposo, Gutiérrez Müller sonreía satisfecha y arrogante en el video que compartió junto al presidente López Obrador en Comalcalco, Tabasco, que por segundos le pedía a su esposa datos sobre la caída de Tenochtitlán.

La pareja presidencial pretendió con esta misiva borrar, no a espada y cruz, sino de un plumazo el Tratado Santa María-Calatrava firmado entre España y México en 1836, donde diplomáticos de ambos países acordaron un Tratado Definitivo de Paz y Amistad en el que se olvida el pasado y se da una amnistía general y completa para todos los mexicanos y españoles.

Doña Beatriz, quien presume tener un doctorado en Historia, no investigó bien que pasó después de la conquista, bien pudo asomarse a los archivos de la cancillería y verificar si existía algún documento sobre el tema que tanto les lastima; casi le piden al monarca español en su carta que extradite a Hernán Cortés para ser enjuiciado por el fiscal carnal de la Cuarta Transformación.

Beatriz Gutiérrez además expuso a los más de 120 millones de mexicanos que somos con su cartita a los reyes, porque al ser Andrés Manuel López Obrador el presidente de México tiene la representatividad de todos los que vivimos en este país y no todos pensamos ni nos sentimos ofendidos o indignos por la mezcla de razas que dio origen con la conquista.

Como esposa del primer mandatario la señora Gutiérrez Müller tiene la obligación de manejarse con responsabilidad, con discreción, con humildad y sencillez; dejar que sea López Obrador el que maneje el país porque fue a él a quien lo eligieron en las urnas y no hay artículo alguno en la Constitución que permita compartir el poder.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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