Elena Chávez González
Realmente no se que tipo de masa tienen en la cabeza algunos diputados y funcionaros de la cuarta transformación que generaron que los demonios más escondidos que tenemos los humanos se soltarán para quemarlos en “leña verde”, al recortar el presupuesto destinado a la comida de las especies que se encuentran encerradas en los tres zoológicos que tiene la Ciudad de México y al proponer reformas retrogradas en materia de bienestar animal.
Sabemos que una mayoría de legisladores morenistas fueron elegidos vía la tómbola de Morena, lo cual ha sido y es perjudicial para los propios líderes guindas porque por su falta de cerebro los obliga a realizar malas acciones que recaen en el presidente Andrés Manuel López Obrador y en la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.
Analicemos por tema.
¿A quién se le ocurre disminuir el gasto en comida de los más de dos mil quinientos animales que exhiben como cosas raras en los zoológicos de Chapultepec, Aragón y Coyotes? ¿A Claudia Sheinbaum? ¿A la secretaria de Medio Ambiente que nadie conoce? ¿A los directores de los zoológicos? ¿a los biólogos? Eso se llama “estupidez” aderezada con insensibilidad.
Pretender que las diversas especies de animales que ya de por si sufren de una injusta reclusión sobrevivan con once pesos cada una para alimentarlos es la peor canallada que se les ocurrió a los paladines de la cuarta transformación. Los recortes para generar ahorros se razonan no se hacen a través de lotería o de tómbolas como están acostumbrados.
La situación que se vive en los zoológicos de la Ciudad de México ha sido siempre de constante maltrato, de utilizarlos para diversión y morbo de las personas que se sienten superiores a ellos. Ha sido, por décadas, una lucha constante con todas las administraciones emanadas de todos los partidos políticos para que estos espacios donde los tienen en cautiverio se conviertan en lugares de preservación y no de exhibición como los tienen. Nadie lo ha entendido.
En la administración pasada, murió el único gorila que había en el zoológico de Chapultepec a causa de la torpeza con que quisieron trasladarlo para aparearse con una hembra; trascendió que murió por exceso de anestesia, lo cual obviamente negó la entonces titular de la secretaría de Medio Ambiente, Tanya Müller, quien aseguró que Bantú, como se llamaba el gorila, se había infartado.
Las omisiones, el nulo interés, el menosprecio que sienten las autoridades por los animales (hablando en general) ha causado la muerte de innumerables especies que debieran vivir en espacios muy parecidos al hábitat de donde fueron sustraídos. No conforme con lo que sufren ¿todavía hay que matarlos de hambre por una política injusta y cruel de austeridad?
Me parece que los recortes al presupuesto en diversas ramas están llegando al límite de lo que podemos permitir los ciudadanos, es nuestro dinero el que están mal utilizando para programas clientelares; seamos nosotros, si es necesario a mano alzada, quienes decidamos en qué se deben gastar los recursos públicos.
Repruebo la actitud de los legisladores de Morena en el Congreso de la Ciudad de México para llamar a cuentas a la titular de Medio Ambiente, que insisto nadie conoce, ni siquiera recuerdo su nombre, para explicar que está pasando en los zoológicos donde hay seres vivos que no hablan pero que al igual que ellos, los morenistas, sienten dolor y gozo. ¡Son una vergüenza!
No me conformo con el comunicado escueto que sacó la dependencia para asegurar que se aumentó el porcentaje de recursos para la alimentación de los animales, no les creo, mienten como lo han hecho todos los anteriores secretarios y secretarias de Medio Ambiente en complicidad con los directivos de los zoológicos porque, por experiencia propia, he comprobado que son muy pocos los profesionales en el ramo veterinario que los ven como seres sintientes.
¿Qué esperan los diputados, todos, de Morena, del PRI, del PAN, del PRD, para hacer la ley secundaria del apartado B del artículo 13 de la Constitución de la Ciudad de México para darles certeza jurídica y dignidad a los animales? ¿hay que cerrarles las calles y avenidas para que entiendan?
En el otro Congreso, en el de diputados federales dos morenistas, José Guadalupe Ambrosio y Martha Olivia García son tan mediocres que tratan de revivir lo que con tanto trabajo nos ha costado a la sociedad civil erradicar: animales en circos, animales para vivisección en universidades, antirrábicos para matar perros y gatos callejeros, para investigación y experimentación. Incentivan las peleas de gallos y de toros, las novilladas, la venta de especies silvestres.
Este par quiere reformar diversas leyes que tienen que ver con los animales no para favorecerlos, sino para torturarlos, van a encontrarse de frente a una sociedad dispuesta a todo por salvaguardar la integridad de los animales de compañía, de trabajo, de consumo, de espectáculos, No vamos a permitirles que dañen a los animales, no vamos a cruzarnos de brazos, no vamos a callarnos ante tal injusticia.
Debo confesar que enterarme de semejantes atrocidades despertó al demonio que también yo llevo dentro, un demonio que está listo para la batalla…
