Elena Chávez González
No se puede ser juez y parte al mismo tiempo. Carlos Castillo, presidente de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción en el Congreso local ¿podrá investigarse a sí mismo?
Resulta que el legislador de Morena es nada más y nada menos que uno de varios operadores directos que tiene la Subsecretaria de Bienestar federal, Ariadna Montiel Reyes en distintas instancias de gobierno y alcaldías, donde ha asentado sus bases con cara a la elección intermedia de 2021.
Quien tiene a su cargo la responsabilidad de manejar los programas sociales estrella del presidente Andrés Manuel López Obrador; uno de ellos, el de adulto mayores que lo catapultó cuando fue Jefe de Gobierno de esta hoy Ciudad de México, ve en Castillo la posibilidad de lograr lo que personalmente no pudo: gobernar la alcaldía de Coyoacán.
Pero no crean que para conseguirlo utilizará su posición como funcionaria federal, con ellos, con Montiel y Castillo, claro está, el presupuesto de 8 mil quinientos millones de pesos de la pensión de adultos mayores estará seguro, muy transparente, no se desviará ni un solo peso destinado a los beneficiados porque su honestidad es casi similar al del primer mandatario: han vivido y viven, dicen, de lo que ganaron y ganan como servidores públicos y nada más.
Pero, vamos por partes. Carlitos, como le dice su jefa, es diputado local gracia a su esfuerzo, al duro desempeño que ha llevado a cabo en el distrito 32 de Coyoacán, donde recientemente inauguró su modulo de atención ciudadana en compañía de la Subsecretaria de Bienestar, quien orgullosa de su pupilo recitó entre morenistas que la alcaldía estaba dignamente representada (por Castillo) y contaba los días para que el gobierno del presidente López Obrador asumiera funciones para comenzar el trabajo en favor de los adultos mayores.
¡Tierno mensaje!
Carlitos, perdón, el congresista local que se sabe al dedillo el evangelio lopezobradorista prometió no robar, no mentir, no traicionar a la gente jamás, ni aunque se lo pida el mismismo ángel redentor en la tierra. Respiremos tranquilas y confiados todos los ciudadanos de esta urbe porque el presupuesto de las y los ancianos no podía haber quedado en mejores manos que en las de la madrina política del joven legislador.
Castillo nunca ha comprado el voto de los coyoacanenses y tiene como ejemplo vivo de honradez a la funcionaria federal que luchó y lucha por la justicia del pueblo sabio, el que no dejará de ser pobre con todo y el paliativo económico (1200 pesos mensuales) que por encargo del Presidente de la república entregará en los subsecuentes días junto con su cartilla moral de buen comportamiento.
Nada de clientelismo. La pensión a las y los ancianos de esta ciudad de la 4T es por puro derecho, por amor al prójimo, por conciencia y agradecimiento a lo que estas mujeres y hombres aportaron para su movimiento; rectifico, a la Ciudad de la Esperanza…
El presidente de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción es tan translúcido que ya los ciudadanos conocen su patrimonio, el real, el verdadero, el ganado a través del sudor de su frente, de su talento, de su habilidad, de sus dotes y de su inteligencia intelectual.
Perredista y ahora morenista de corazón, Carlitos es tan derecho que combatirá la corrupción de arriba hacia abajo, como lo hizo su madrina política en la desaparecida Red de Transporte de Pasajeros (RTP); en la Asamblea del Distrito Federal, principalmente al interior de la Comisión de Gobierno donde fungió como secretaria; como diputada federal que nunca recibió moches y como coordinadora de campaña del hoy titular del ejecutivo federal en el pasado y en el presente.
¡Bien por la función que le encargaron!
Por fin la vida le hizo justicia, o mejor dicho, el presidente López Obrador por intercesión de la mismísima Ariadna Montiel, quien soportó estoicamente el rechazo del político tabasqueño para que Carlitos fuera diputado local en la elección intermedia pasada, el que persevera alcanza y Ariadna Montiel con sus operadores va en caballo de troya por la Ciudad de México.
