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TROYA / Un ‘Rosario’ con sabor a ‘Quinazo’

Ahondar en la biografía de Rosario Robles y los detalles de la “Estafa Maestra” resulta ocioso por tratarse de historia reciente, pero debemos recordar que la verdad jurídica y la verdad histórica suelen ser distintas y que para evaluar la primera se requiere de elementos, facultades y elementos muy complejos, como también sucede con la segunda.

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Elena Chávez González

¿Pues no que en la 4T no eran vengativos? Nada de azares y casualidades, se envió el asunto de la Estafa Maestra al sobrino de la diputada de Morena, Dolores Padierna, para que a través de él Rosario Robles pagara por haber metido a Carlos Ahumada a hacer negocios en lo que fue el Distrito Federal y por haberse ido al PRI a servir a un gobierno que el presidente Andrés Manuel López Obrador detesta y del que no quiere que quede nada.

Ahora, dirán que es casualidad, también la FGR logra que detengan a la expareja sentimental de Robles en su país, en Argentina, según porque debe al fisco más de millón y medio de pesos, por lo que están solicitando su extradición para volver a meterlo a la cárcel. ¿Eso no es venganza?

Muy calladita estaba la diputada Padierna sin decir que el juez que ordenó en encarcelamiento de Robles era su sobrino de sangre, con lo que le cobra a la exfuncionaria que por su culpa su esposo, René Bejarano, haya permanecido algunos meses en el reclusorio por corrupción al aceptar miles de pesos que el empresario argentino le dio y que quedaron como evidencia en el video que se utilizó para golpear políticamente a López Obrador.

Lo que hoy estamos viendo en el caso de la extitular de Desarrollo Social del gobierno peñista es como “el quiñazo” que en su momento llevó a cabo Carlos Salinas de Gortari cuando destituyo al líder petrolero y lo envió por varios años a la cárcel. Al margen de los elementos en que se basó la justicia durante “El Quinazo”, la versión popular, en especial la de los círculos políticos, afirma que el hombre que se mantuvo como dirigente de los petroleros a lo largo de cinco sexenios fue privado de su libertad por oponerse a las políticas de Salinas de Gortari, quien aspiraba a privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex).

En aquella época se dijo, además, que “La Quina” fue a prisión por su abierto apoyo y simpatía a Cuauhtémoc Cárdenas: durante la campaña política, “La Quina” llamó a sus agremiados a votar por el candidato opositor a Salinas, afrenta que el ya presidente no pudo pasar por alto, lo que dio paso a la versión de que se trataba de una venganza política.

Ahora corresponde el turno a Rosario Robles, quien en 1989 participó en la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), organismo que la hizo diputada plurinominal en 1994 para, tres años después, ser nombrada Secretaria de Gobierno del entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México).La trayectoria de Robles Berlanga es amplia, incluyendo la Jefatura de Gobierno de septiembre de 1999 a diciembre de 2000, cuando Cárdenas decide dejar el puesto para buscar la Presidencia de la República.

En marzo de 2004, aún como miembro del PRD, Rosario Robles se vio, involucrada en los “videoescándalos” de René Bejarano, exhibido en un noticiero de televisión recibiendo fajos de billetes: el delito de Robles Berlanga fue ser pareja sentimental de Carlos Ahumada, la persona que entregaba el dinero al secretario particular de Andrés Manuel López Obrador, en ese momento Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Ahondar en la biografía de Rosario Robles y los detalles de la “Estafa Maestra” resulta ocioso por tratarse de historia reciente, pero debemos recordar que la verdad jurídica y la verdad histórica suelen ser distintas y que para evaluar la primera se requiere de elementos, facultades y elementos muy complejos, como también sucede con la segunda.

Cuando así compete, los gobernantes se deslindan de muchas decisiones bajo el argumento del respeto a la autonomía del Poder Judicial, pero sabemos que es utópico esperar que un miembro gubernamental reconozca que una acusación o consignación penal (o algo peor) responda a una venganza política o personal.

No tengo elementos para afirmar que Rosario Robles sea culpable o inocente de los delitos que se le imputan, además de que no considero que esa sea la responsabilidad de ningún periodista, pero como ciudadana de este país esperaré a conocer el desenlace de este asunto y ver qué tan autónomo es el Poder Judicial.

La defensa de la también excolaboradora de Enrique Peña Nieto asegura que la acusada presentó elementos que imputan a otras personas, entre ellos al propio Peña Nieto y al que fuera candidato presidencial priísta, José Antonio Meade, por los desvíos millonarios de La Estafa Maestra.

Versiones periodísticas indican que el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, encargado del proceso, “deslizó” la idea de ampliar la investigación no sólo a esos dos personajes sino a muchos más. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que no tolerará la corrupción y en este momento tiene la inexcusable responsabilidad de demostrarlo

Reitero que desconozco si Rosario Robles sea culpable o inocente, pero si al momento de emitir su última palabra el juez sólo la sentencia a ella, a todos los mexicanos nos quedará la idea de que este asunto tiene todo “el sabor a Quinazo” y a una venganza política que vuelve a unir a Rosario Robles y Carlos Ahumada.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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