De manera sorprendente, aunque desde luego es una acción que beneficiará a la población, el gobierno capitalino dará atrás a las fotomultas, que dañaron fuertemente la imagen de la administración y por supuesto al PRD.
Ese tema, en el que Miguel Ángel Mancera jamás quiso ceder, aunque era obvio que se trataba más de un negocio particular que de un beneficio para la CDMX, será echado abajo entre el sol azteca y el nuevo gobernante, José Ramón Amieva.
Está muy claro que Amieva le dará un giro con acciones muy claras que puedan impactar al electorado, y que seguramente fueron parte de los acuerdos previos para que la Asamblea Legislativa de la CDMX lo ratificara como susti-tuto de Mancera.
Cuando el martes tomó posesión de la administración capitalina, planteó cinco ejes principales para enderezar el Gobierno, entre los que incluyó seguridad, agua, movilidad, desarrollo urbano y atención puntual a las víctimas del sismo de septiembre pasado.
Todo mundo se sorprendió por dos cosas fundamentales: la primera porque prácticamente desacreditó lo hecho en esos rubros por la administración de su exjefe; la segunda porque en nueve meses pretende hacer lo que Mancera no hizo en cinco años.
Siendo experto en áreas de seguridad y justicia, parece que Amieva tiene claro cómo le puede hacer para combatir la creciente delincuencia en la CDMX, y todo indica que se enfocará a combatir el narcomenudeo, como principal acción.
Al mismo tiempo se apoyará en sus nuevos aliados de la ALDF, para presionar al Congreso de la Unión a acelerar modificaciones constitucionales que permitan a la capital endurecer penas contra robos, asaltos y delitos que hoy se toman como si fueran menores.
En el caso de las fotomultas está claro que la medida de desaparecerlas tiene tintes eminentemente electorales, pues, aunque era una acción que desde el principio varios perredistas rechazaron, no tuvieron en valor de enfrentar a Mancera.
Y los pocos que se atrevieron a sugerirle que diera marcha atrás a esa medida, que incluso estuvo llena de anomalías desde la concesión, se enfrentaron con la terquedad del exjefe de Gobierno, que se aferró a esa impopular decisión y causó gran daño al PRD.
Parece que hay un pacto para que, de ahora en adelante, partido y gobierno vayan de la mano para remediar muchos de los males que tienen a los capitalinos más que enojados, y puedan recuperar algo de apoyo.
Buen intento el de los muchachos encabezados por Leonel Luna en Donceles; habrá que ver si les alcanza para darle la vuelta o fue demasiado tardío.
Como quiera que sea, parece que lo que resta del actual periodo legislativo en la ALDF será más que movidito.
CENTAVITOS… Por supuesto que el tema político de ayer en la capital no fue la primera aparición de Amieva como jefe de Gobierno sustituto, sino el primer debate entre los siete aspirantes a gobernar la CDMX a partir de diciembre próximo. Cada quien gastó como quiso sus primeros minutos en TV abierta ante los electores y habría que hacerse unas cuantas preguntas para juzgarlos: ¿pudieron hacer propuestas creíbles? ¿Cumplieron con las expectativas? ¿Afectó el que fueran siete y no tres —o incluso dos— quienes debatieron? ¿Hubo contraste entre las punteras, ambas de izquierda? ¿Alguien cree que este primer debate cambiará la percepción sobre los aspirantes? Pues cada quien puede generar sus propias respuestas, en tanto, será más que interesante esperar las siguientes encuestas para ver quién ganó o quién perdió, si es que en realidad se dan movimientos bruscos.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/van-para-atras-las-fotomultas/1233431
