Investigación

Veneno que se respira

El aire en la Ciudad de México se ha vuelto, y por lo menos esta semana así permanecerá, irrespirable; una nube tóxica asfixia a los gigantes de hierro y cristal que se erigen en esta urbe, y aplasta a sus habitantes.

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Por Rodrigo Millán / Fotos: Mario Salazar

De vez en vez, esta ciudad paga el precio de su grandeza, el aire se vuelve denso, prácticamente irrespirable, miles de millones de partículas se apoderan del oxígeno, de la materia vital que infla los pulmones.

Es el precio de los errores, de la corrupción, del egoísmo, como si toda la negatividad de que son capaces los capitalinos se transformara en polución, en veneno que se respira.

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