Adrián Rueda
Ante la amenaza de marchas y plantones frente a Palacio Nacional, trabajadores de Nómina 8, del Gobierno de la Ciudad de México, que habían sido despedidos por la actual administración, serán recontratados esta misma semana.
Alegando que la nómina gubernamental estaba plagada de aviadores, contratados por Miguel Ángel Mancera, con el aval de Juan Ayala, líder sindical,y Miguel Ángel Vázquez, exjefe de asesores, Claudia Sheinbaum ordenó el cese.
La decisión inconformó a unos diez mil trabajadores que, junto con sus representantes sindicales, buscaron acercarse a la jefa de Gobierno para negociar, pero la funcionaria se negó a recibirlos.
Por esa razón, los trabajadores amenazaron con tomar las calles si el 15 de enero no recibían sus respectivos pagos, plazo que se cumplió el pasado martes.
Ante el incumplimiento del pago los empleados —en su gran mayoría de Limpia y Transporte— comenzaron a organizarse para cumplir plantarse frente a Palacio Nacional, en busca de Andrés Manuel López Obrador.
Al ver que la amenaza de los trabajadores era real, y ante el temor de que la inconformidad por los despidos contaminara la delicada situación por la escasez de gasolina, Sheinbaum dobló las manos.
En un memorándum dirigido a Hugo Alonso Ortiz, secretario general de la Sección Uno del Sindicato, José Luis Basaldúa Ramos, subsecretario de Administración pidió una tregua.
En el documento, Basaldúa reconoce “los servicios prestados” por parte de los trabajadores y “voluntarios” que, durante muchos años, han servido a la ciudad, y pide que le den de plazo hasta el viernes para recontratarlos e inscribirlos en la nómina.
Les explica que serán considerados nuevamente, pero que su pago saldrá hasta la segunda quincena, porque el sistema ya no permite hacer movimientos hasta esa fecha.
Aunque de momento los trabajadores ya doblegaron a Sheinbaum, están a la expectativa porque muchos de ellos piensan que el arreglo es momentáneo, y que se dio sólo para que no hicieran desmanes en estos momentos.
Como quiera está acción representa un fuerte golpe del sindicalismo a la jefa de Gobierno que, quiera o no, va a tener que negociar con los dirigentes las condiciones contractuales de la burocracia capitalina.
Por lo pronto, los representantes de Claudia ya suavizaron su postura y se espera que en breve se abra el diálogo para evitar cualquier desaguisado.
Quienes conocen a la gobernante, dicen que no acostumbra quedarse con ningún golpe y, que, probablemente intentará devolverlo cuando llegue el tiempo de renovar la secretaría general del sindicato, donde buscará derribar a la actual dirigencia.
Que para ello está armando un grupo alterno de líderes opositores a Ayala, entre los que buscará que alguien afín a los intereses del gobierno de la capital sea quien lleve las riendas de los burócratas.
Sheinbaum había advertido que no daría ni un paso atrás en este tema, pero bien dicen que el miedo no anda en burro y, por lo pronto, dobló las manos.
CENTAVITOS… Por cierto, donde andan de fiesta es en el Instituto Electoral de la Ciudad de México, que cumple 20 años de organizar elecciones, como la que llevó precisamente a Sheinbaum a la Jefatura de Gobierno, en julio pasado, y que tiene el récord de participación ciudadana con el 70 por ciento del electorado. Bien por ese órgano garante de la democracia, que bajo la presidencia de Mario Velázquez, es el único instituto del mundo en su tipo, con certificación internacional por su buenas prácticas electorales.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/doblegan-trabajadores-a-sheinbaum/1290819
