La gente que no tiene tantos recursos vive mucho mejor en el campo que en la ciudad. En el campo, una parte importante de la economía familiar es autosuficiente. Con tener una parcelita para sembrar maíz, frijol y hortalizas y una vaca para tomar leche fresca, ya la armaste o por lo menos ya satisficiste la mitad de tus necesidades básicas reales, mas no las imaginarias. Aunque la vaca tiene ubres, no se le puede ordeñar Snapchat, WhatssApp ni Instagram. Sin desestimar los beneficios de un uso muy moderado del mundo electrónico; los daños son palpables. Se ha documentado que en la red hay organizaciones de pornografía infantil, cuyos usuarios tienen acceso con un lenguaje secreto. La pila de los celulares, que se han vuelto casi tan desechables como los pañales, son los elementos más tóxicos.
Regresar al campo tiene beneficios hasta de seguridad nacional. Entre muchas otras razones, una se debe a que transportarse es mucho más sencillo. Si la gente se queda sin gasolina en el campo, no afecta mayormente, mientras que en las urbes se pueden generar hasta conflictos sociales. Doblemente peligroso si el régimen en el poder es de tintes comunistas. La mentalidad comunista está convencida de que el sector privado es perverso y que el gobierno cuenta con la capacidad de distribución de insumos necesarios. Esta mentalidad creó desabasto de alimentos en la extinta Unión Soviética, lo cual provocó hambrunas que mataron a alrededor de 8 millones de personas. Y como la mentalidad bolchevique cree que la población debe conocer sólo los datos que el Soviet Supremo apruebe; dichas cifras se ocultaron durante los regímenes desde Joseph Stalin en 1932 hasta Konstantin Chernenko, en 1985.
Con cien mil varos te armas una casita muy confortable en el campo; mientras que en la ciudad, necesitas mínimo de melón y medio. Así que es hora de ir buscando un pedacito de tierra en donde se pueda respirar aire puro, en donde la sexualidad sea vista sin tantas perversiones y en donde se pueda canalizar toda la energía hacia un pleno desarrollo de conciencia.