Por más que queramos mantenernos optimistas sobre el futuro de nuestra economía, todos los días recibimos noticias que nos encienden los focos amarillos de precaución, y sobre los cuales debemos prestar atención. Si hacemos una analogía con la salud de un cuerpo humano, podríamos decir que, si bien es cierto que, en términos generales nos sentimos bien, disfrutamos de la vida, e incluso, tal vez hasta un nuevo amor nos tenga en estado de gracia, no podemos hacer a un lado la preocupación porque en nuestros exámenes médicos, tenemos el colesterol altísimo, nuestros triglicéridos están por las nubes, padecemos de hipertensión, y nuestros niveles de glucosa, son altísimos. Eso parece estar sucediendo en México; aparentemente estamos bien, porque nos estamos sintiendo bien, pero la realidad es que existen muchas señales que cuestionan nuestro buen estado de salud.
Esta semana conocimos dos datos preocupantes: el aumento en las tasas de desempleo, ha provocado un incremento importante en las solicitudes de retiro parcial de dinero en las cuentas individuales de Afore. Según el Diario El Economista, al cierre de enero de 2020, los retiros parciales por desempleo ascendieron a mil 335.50 millones de pesos, lo que representó un incremento de 41.44 por ciento respecto al primer mes del 2019, cuando sumaron 944.2 millones de pesos, y según estadísticas de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), alcanzaron un monto sin precedente para un primer mes de año desde que la Comisión comenzó a difundir estos datos en el 2005.