Una vez pasada la primera etapa de emergencia por los sismos, el Gobierno de la CDMX enfrentará la estrategia de desgaste que Morena pondrá en marcha con tintes estrictamente electorales.
De acuerdo con el librito, los morenos iniciarán la etapa de movilizaciones de “damnificados” en contra de las autoridades, en demanda de viviendas, apoyos y prebendas que tienen como finalidad el clientelismo electoral.
El PRD y su Gobierno deberían tener claro que los pejistas se les vendrán encima con todo como los amarillos también lo hicieron en 1985, cuando buscaban ser oposición y se lanzaron contra las autoridades, en ese entonces del PRI.
Que nadie se sorprenda si de repente aparecen grupos de “afectados” o de “padres de familia” que reclaman “justicia”, no porque no existan o no la merezcan, sino porque muchos son inventos para presionar y desgastar a
la autoridad.
Un ejemplo se dio con los supuestos damnificados de Iztapalapa, que falsificaron papeles para cobrar la ayuda para renta ofrecida por el gobierno de Miguel Ángel Mancera, en tanto se reconstruyen o reparan sus viviendas.
En la Unidad Concordia de aquellas tierras aparecieron oscuros personajes como el experredista Javier Hidalgo.
En esa unidad —muy cerca de El Salado— tiene gran influencia la también experredista Aleida Alavez.
Cuando fue ventaneado por andar tan lejos de su territorio, pues Javier es un eterno suspirante a Miguel Hidalgo, se inventó que fue a hacer peritajes.
Nadie le creyó e incluso la delegada Dione Anguiano le advirtió que no fuera a hacer alborotos. El tema es que la mayoría de gente que vivía en La Concordia es inquilina, no propietaria.
Hay que recordar que luego de los sismos de 1985 el gobierno instaló campamentos de los cuales se apropiaron inquilinos
—no propietarios— de las viviendas dañadas, y de ahí surgieron políticos como René Bejarano, por ejemplo.
Por toda la ciudad aparecieron campamentos cuyos integrantes se iban reciclando, a tal grado que aún hay uno que otro donde aún hay personas que ni siquiera habían nacido el día que la CDMX fue devastada en 85.
Y adivinen quién fue otro de los que participó regenteando “damnificados” para saltar a la vida política y al presupuesto público. Claro, Javier Hidalgo, quien pasó por todas las corrientes internas del PRD —a todas traicionó— y hoy está en Morena.
Ah, y, curiosamente, muchos que falsificaron documentos y peritajes para cobrar la ayuda oficial para renta ofrecida por Mancera después del 19-S son, precisamente, de La Concordia.
Por eso muchos se preguntan qué hacía Hidalgo, con su finísima bicicleta, por esa zona tan peligrosa en la que no todos los que entran salen. Está claro que los morenos quieren armar un movimiento viviendero para presionar.
CENTAVITOS… Pero mientras Morena arma grupos para poner en jaque a la CDMX, los perredistas y su propio Gobierno no ven la gran oportunidad que tienen con las casas antisísmicas que se echaron a andar en la Álvaro Obregón que gobierna la perredista María Antonieta Hidalgo.
Ese programa es tan bueno que tendría que convertirse en una bandera del PRD y del propio Mancera para dar rápida respuesta a las necesidades de vivienda de los auténticos damnificados y anular la burda estrategia morenista de presionar con falsos damnificados… Y en una de esas Mancera también podría exportar su modelo de vivienda a estados como Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas, donde se adaptarían perfectamente. Lo malo es que ni eso se les ocurre.
http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2017/10/09/1193393
