Martín de J. Takagui
Los senadores, diputados, funcionarios públicos y el mismo Presidente de la República, deberán entender muy pronto y aprender la Constitución de la Estados Unidos Mexicanos, porque en muy poco tiempo podrían perder esa gran legitimidad que más de 30 millones de mexicanos le construyeron a través de sus votos el pasado 1 de julio.
Los coordinadores de las mayorías parlamentarias del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal y Mario delgado, respectivamente, quienes además son presidentes de las respectivas Juntas de Coordinación Política, no han medido la importancia de sus palabras ni la amenaza de desacatar la suspensión dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a la entrada en vigor de las reformas a la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que ordenan la reducción de salarios a los altos funcionarios.
Más que una amenaza, el anunciar que con o sin suspensión de la ley, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 incorporará las reducciones salariales, puede considerarse un desafío, pues específicamente, la resolución de la Corte señala que con esa suspensión la Cámara de Diputados deberá emitir el presupuesto en la materia, basado en la ley antes de la reforma.
Los coordinadores parlamentarios no han entendido que, hablan a nombre de órganos de gobierno del Poder Legislativo, que una institución no puede desafiar a otra, que el Poder Judicial es quien tiene la obligación de velar por el cumplimiento de la Constitucionalidad y que, además es un tribunal constitucional.
Se trata de un asunto que va más allá de una expresión de rechazo de un partido de oposición a una decisión gubernamental, porque ellos ya no son oposición, son los únicos que no saben que Morena ganó las elecciones y por una mayoría abrumadora, que tendrían la legitimidad para tomar muchas decisiones, pero no para pasar por encima de la ley.
Vaya manera de dilapidar un bono democrático, vaya manera de defraudar a la sociedad, vaya manera de entender que cuando López Obrador fue declarado ganador de las elecciones, no le otorgaron ninguna omnipotencia y cuando los legisladores protestaron cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan, lo hicieron públicamente y que a nadie de ellos se les dio una Patente de Corzo para violar impunemente la normatividad.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su resolución del pasado viernes 7 de diciembre, conmina a los legisladores a que se evite la aplicación del contenido en las reformas a dicha ley, pues de lo contrario, se harán acreedores a sanciones penales.
La Cámara de Diputados como la de Senadores, forman, en su conjunto el Poder Legislativo, que jerárquicamente están en el mismo nivel que el Poder Judicial, y que el Poder Ejecutivo, pero ninguno de ellos puede asumir las facultades del otro y tampoco a ninguno de ellos se les permite desacatar las resoluciones del otro, que se hayan tomado dentro de la ley y en uso de sus facultades.
Los morenos llegaron a decir que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ayudaron a los senadores de oposición, del PRI, del PAN, del PRD y de Movimiento Ciudadano, a redactar la Acción de Inconstitucionalidad, que presentaron la semana pasada.
En ese caso, la memoria es flaca o la vista gorda muy gorda, porque desde el pasado mes de agosto, la ahora secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hizo una amplia, clara y sustentada explicación de las razones por la que no se pueden reducir los salarios en los términos en que los prometió López Obrador y en que lo plasmó el Poder Legislativo en la ley.
Doña Olga Sánchez Cordero, dijo que los sueldos de los ministros, jueces, como otros altos funcionarios no pueden sufrir reducción de sus salarios durante sus encargos y eso lo establece la propia constitución en su artículo 94.
Los mexicanos estamos en la antesala de una posible confrontación entre los Poderes de la Unión y habrá que preguntar ¿quién podrá dirimir las diferencia? Porque el juez, ahora también es parte.
