Gerardo Jiménez
Un principio del periodismo es investigar, cruzar información y denunciar existe evidencia de actos violatorios, eso es lo que se hizo al presentar la nota de una menor de 17 años, quien en su declaración acusó a cuatro elementos de la policía capitalina de haberla violado la madrugada del 3 de agosto en la Alcaldía de Azcapotzalco.
No obstante el viernes pasado, el vocero de la Procuraduría General e Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara justificó que debido a las filtraciones periodísticas la menor se ha desistido en identificar plenamente a sus agresores.
Pero resulta que no fue una filtración, hubo trabajo de investigación de cruce de datos y además conocimiento de la Carpeta de Investigación sobre los hechos y también, cubriendo el principio elemental, se pidió una postura a la fuente imputada, en este caso a la Secretaría de Seguridad Ciudadana se le solicitó una postura sobre esta agresión, se obtuvo información que fue contemplada en la nota.
También fuentes de la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Centrales de la PGJ, que supieron del tema y confirmaron la violación de la que fue víctima esta mujer de 17 años.
Esto derivo en una serie de ataque en redes sociales, señalando que se había vulnerado a la víctima, pero en ningún momento fue identificada ni ella, ni los denunciantes, se tuvo como criterio, retomar citas textuales de su declaración para darle sustento a la nota, más allá de victimizarla, el fin era visualizar lo que se ha vuelto normalidad: la agresión sistemática contra las mujeres.
El mala manejo que se hizo desde el principio del caso y la llegar tardía de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, considero, derivó en las imágenes que se repitieron una y otra vez en todos los medios de información: Jesús Orta agredido con diamantina en la cara y el cabello, y los destrozos en la sede central de la PGJ capitalina.
Ahora se sabe, que dentro de la demanda justificada, se aprovechó por grupos políticos, uno de ellos, aseguran las autoridades y sobre todo, la Secretaría de Gobierno ya que cuenta con imágenes y hasta identificaciones de personas relacionadas con el Partido del Sol Azteca.
La misma Ernestina Godoy dijo que se investigaba la presunta participación de infiltrados en la marcha que realizaron mujeres para exigir un freno a la violencia en la que hubo destrozos y agresiones a funcionarios como al titular de la SSC, Jesús Orta Martínez.
“Estamos ubicando, hay muchos videos que ustedes mismos tomamos y estamos ubicando porque había gente genuinamente protestando y había quienes no, entonces lo vamos a hacer con mucho cuidado”, comentó la titular de la PGJ, Ernestina Godoy sobre la participación de provocadores en la movilización del miércoles.
Mientras que por separado, después de la reunión de gabinete de seguridad Jesús Orta Martínez, secretario de Seguridad Ciudadana reafirmó que esta marcha fue una provocación y a pesar de haber sido agredido al arrogarle diamantina en el rostro.
“Yo creo que es una provocación no lo veo desde otro punto de vista, creo que la causa que traen es muy legítima pero las formas no, y me parece que en ese sentido es imposible tener un diálogo si no hay voluntad para ello. Eso es lo que yo vi, cuando hay una causa y se busca una solución. Pues hay esa apertura tener un diálogo.
“No voy al presentar cargos porque creo que creo que al final del día es llegar a la vedad”, argumentó el Jefe de la Policía capitalina.
Y sumado a este caso, ahora nos enteramos que una mujer, elemento de la Policía de Investigación fue víctima de acoso que terminó en una violación agravada, conforme a la carpeta de investigación CI-FDS/FDS-6/UI-FDS-6-02/01202/10-2018.
Los hechos sucedieron en octubre de 2018, cuando la víctima a quien se identificará como R, fue presionada por su mando inmediato, el comandante Francisco N, para que la acompañara a su domicilio en la zona de Taxqueña, donde “iríamos por unos documentos”.
Al llegar al domicilio, la víctima relató que la vivienda se encontraba abandonada y por temor a sufrir agresión, después de las semanas de acoso que tuvo con su jefe, accedió a subir a una habitación, donde fue obligada a sentarse en una cama y después su mando la comenzó a besar y a desnudarla a pesar de su resistencia hasta someterla por los brazos para después violarla.
Hasta el momento no ha sido citada para ratificar su denuncia en la Fiscalía de Delitos Sexuales, el imputado se encuentra laborando y en activo.
