Desde la Ciudad de México, brigadas humanitarias multidisciplinarias del gobierno, en compañía de la CDHDF, llevaron servicios de medicina preventiva, atención a infecciones y lesiones, protección civil, asesoría legal, así como ropa, agua y alimentación.
El Puente Humanitario salió del 28 de octubre al 4 de noviembre de la Ciudad de México hacia Oaxaca, lugar desde el cual se acompañó diariamente al éxodo, hasta llegar de nuevo a la CDMX. Las primeras brigadas multidisciplinarias estuvieron conformadas por 65 personas, quienes en unidades móviles se trasladaron hacia la frontera entre los estados de Oaxaca y Veracruz para brindar servicios de salud, asesoría legal y consulta sobre derechos humanos a las personas migrantes en su caminar; transportando unidades médicas.
Posteriormente, el éxodo migrante llegó a la Ciudad de México, por lo que cerca de 10 mil personas se alojaron y recibieron servicios del 4 al 18 de noviembre en el Estadio Jesús Martínez “Palillo” (aproximadamente 6,500 personas, del 4 al 10 de noviembre; y alrededor de 2,500 personas del 12 al 19 de noviembre) de los cuales se calculan entre mil 700 y dos mil niños y niñas.
A través de las acciones coordinadas de las dependencias, la CDHDF, organismos nacionales e internacionales, organizaciones de la sociedad civil integrantes y más de dos mil personas voluntarias, brindaron al interior del Estadio, servicios de alimentación, ropa, saneamiento e higiene, asesoría jurídica, asistencia psicoemocional, llamadas telefónicas, orientación sobre derechos sexuales, prevención de trata de personas, y violencia sexual, puntos de encuentro en caso de extravío, entre otros.
La CDHDF realizó guardias de 24 horas, vigilando la provisión de servicios por parte del gobierno y coadyuvando a atender las necesidades que Organizaciones de la Sociedad Civil, nacionales e internacionales, tenían para ofrecer los servicios antes señalados. Asimismo, con los Consulados de Honduras, El Salvador y Nicaragua, se coordinó la instalación de módulos de atención con la intención de que se brindara información, asistencia y apoyo para la expedición de documentos de identidad y otras necesidades particulares, que tuvieran las personas durante su tránsito, no sólo por la Ciudad de México, sino a lo largo del país.
En cuanto a niñas y niños, diversas Organizaciones Internacionales como UNICEF, World Vision, Save the Children y el gobierno de la Ciudad de México brindó servicios de apoyo psicoemocional, actividades lúdicas y actividad física. También se consiguió, con el apoyo de OXFAM, la instalación de baños y regaderas exclusivas para niñas, niños, mujeres y personas LGBTTTI y se asignaron carpas de alojamiento para familias.
El 19 de noviembre de 2018, posterior a la partida de casi todo el grupo de personas que se encontraban albergadas en el Estadio “Palillo” y considerando las condiciones específicas de la población que aún permanecía en la CDMX (aproximadamente 600 personas), fueron reubicadas, por las gestiones de la CDHDF, en la Casa del Peregrino de San Lorenzo.
El personal de la CDHDF ha continua- do con una presencia permanente para verificar que los servicios brindados sean los correctos y que las condiciones en las que se encontran las personas sean las adecuadas. Se garantizó que los servicios de asesoría jurídica gratuita en materia de refugio por parte del ACNUR continuaran, se incorporó la presencia del Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugia- dos (COMAR) para atender la solicitud de visas humanitarias de permanencia en el país.
El 24 de noviembre, en congruencia con los apoyos que se han otorgado desde el Puente Humanitario, continuarán sus acciones interinstitucionales para garantizar el derecho a la alimentación, la salud, la protección y la información, de este grupo, aproximadamente 400 personas que aún permanecían en la Ciudad de México, partieron del Albergue del Peregrino de San Lorenzo – ubicado en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe- hacia el Faro de Tláhuac.
Ahí se mantienen los servicios de alimentación, salud, baño y saneamiento, así como solicitudes de regularización migratoria, orientaciones en materia migratoria, coordinación para el retorno voluntario de personas y presencia consular de Guatemala, de Honduras y el Salvador.
La Ciudad de México destacó por su extraordinaria hospitalidad, su visión protectora y garantista de derechos humanos y la estrecha coordinación entre Organizaciones de la Sociedad Civil, voluntarios, servidores públicos, defensoras de derechos humanos y organismos internacionales; garantizando los derechos a la alimentación, salud, agua, integridad personal, así como inserción social, acercándose así, al objetivo de ser una Ciudad de Derechos para las personas que viven y transitan por ella, sin importar su estatus migratorio.
