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Investigación

El último rebelde del PRI

Todo iba tomando cauces normales hasta el día que el PRI capitalino lo hizo oficialmente su candidato, en un evento masivo realizado en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México…

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Por Adrián Rueda

El martes 19 de junio, en el programa “Por la Mañana” que Ciro Gómez Leyva conduce en Radio Fórmula, el delegado priísta en Magdalena Contreras, Fernando Mercado Guaida, anunció que votaría por Claudia Sheinbaum para jefa de Gobierno de la CDMX.

En su declaración, el delegado se cuidó de dejar bien claro –tres veces lo repitió- que no se iba a ir del PRI y que tampoco estaba llamando a votar por Morena. Que él iba a votar por todos los candidatos del tricolor, excepto por Mikel Arriola en la capital.

Las diferencias con el ex director del IMSS comenzaron poco después de que fuera destapado por el CEN de su partido como el abanderado priísta en la ciudad, decisión que no fue consultada a las bases del partido.

Los liderazgos territoriales, sobre todo el de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, ex líder priísta capitalino, cuestionaron la decisión, pero aceptaron apoyar la candidatura a cambio de varios lugares en las listas para diputados y concejales.

Todo iba tomando cauces normales hasta el día que el PRI capitalino lo hizo oficialmente su candidato, en un evento masivo realizado en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México.

En esa ocasión Mikel dejó en claro que no apoyaba los matrimonios gay y tampoco el aborto ni las adopciones de personas del mismo sexo, lo cual causó molestia entre los priístas, quienes consideraban que en una ciudad como la capital, les traería más rechazo.

A pesar de las protestas internas, Arriola no sólo se negó a retractarse, sino que se fue más duro en contra de las políticas liberales impulsadas por el PRD, lo cual le valió el rechazo interno, pero empezó a generar simpatías externas, sobre todo de panistas conservadores.

Si bien los modos de su candidato no gustaban al interior del PRI capitalino, le reconocían que su estrategia estaba aumentando las simpatías hacia el partido, por lo que decidieron seguir apoyando.

Pero llegó el momento en que Mikel perdió el piso y empezó a tomar decisiones que afectaban a las estructura del partido. Entonces surgieron algunas inconformidades, aunque nadie se atrevía a externarlas.

El único que se atrevió fue Mercado Guaida, quien detonó la bomba que había sido activada al interior del partido: los militantes no estaban contentos con su candidato a la Jefatura de Gobierno. La declaración del delegado en Magdalena Contreras causó incomodidad hasta en su propio equipo, pues varios de ellos encabezaban candidaturas y temían una represalia desde el CEN que lo dejara fuera de la contienda.

La posición de Fernando no les tomó por sorpresa, pues antes de hacer su declaración se lo comunicó a su equipo. Varios intentaron persuadirlo de que no lo hiciera, pero la decisión estaba tomada.

Apenas se conocieron sus palabras difundidas por radio, el PRI ordenó iniciar su proceso de expulsión.

Ni en los casos de los ex gobernadores Roberto Borge o Javier Duarte el partido había dado tanta celeridad para intentar expulsar a uno de los suyos, solamente que las causas eran tan endebles, que cualquier tribunal echaría abajo sus argumentos de expulsión.

Ni modo que un partido expulsara a un militante por ejercer su libertad constitucional de votar libremente por quien se le dé su regalada gana. Porque si bien Mercado anunció que votaría por Sheinbaum, jamás invitó a nadie a seguirlo; dijo que era a título personal.

Como la dirigencia tricolor se dio cuenta que sus argumentos de expulsión eran muy débiles, advirtió al delegado a que le bajara de volumen a su escándalo, o las candidaturas de sus cercanos serían modificadas.

Además le dejaron entrever que darían de baja a sus estructuras en Magdalena Contreras y que incluso sustituirían a sus representantes electorales por los de Leticia Quezada, ex perredista y ex pejista que recién se acercó al PRI.

Ante ello Mercado aceptó bajar un poco el tono de sus declaraciones, pero eso no quiere decir que ni él ni su gente van a trabajar para Mikel, lo que de paso afectará el voto hacia José Antonio Meade en la capital.

Y aunque en estos momentos ya no se hable mucho del tema, está claro que los votos extra que el candidato priísta a la Jefatura de Gobierno pudiera cachar de otros partidos, los perderá hacia el interior porque hay grupos afectados que harán protesta de brazos caídos.

Quizá con ello los beneficiados pudieran ser algunos candidatos de Morena, que necesitan asegurar votos en varios lados para concretar su victoria en las urnas este primero de julio.

Por cierto, se esperaba que en el último debate de los aspirantes a gobernar la CDMX Claudia Sheinbaum hiciera alguna mención al apoyo recibido por el priísta Mercado, pero nada se escuchó al respecto.

Y si bien es cierto que la actuación del delegado pudiera ser criticable, también lo es que se atrevió a hacer lo que muchos de sus compañeros querían y no se atrevieron.

Además tiene cierta razón en sacar la cabeza y oponerse a las decisiones cupulares de su partido, pues cuando las elecciones concluyan y el PRI ratifique su tercer lugar en la capital, los del CEN se retirarán y dejarán a los dirigentes locales a su suerte.

La dirigencia nacional del partido está acostumbrada a tomar a sus hermanitos de la CDXM como su casa chica, y cada que hay algún proceso electoral los usan y después los desechan, sin importar qué pase con ellos.

Y eso cala entre los locales, pues desde hace años se han quedado a pelear por lo que queda del partido en la ciudad, a pesar de que sus mayores no los apoyen. Y como quiera lo han mantenido con vida.

Por eso decisiones como la de Mercado Guaida, a pesar de que lo quieran crucificar, lo convierten en el último rebelde del PRI capitalino, que bien pudiera encabezar algún intento de refundación tricolor para que su partido no desaparezca.

O mejor aún, aliarse con quienes queden desamparados en los demás partidos, y organizar una fuerza socialdemócrata más incluyente, que encabece el cambio generacional de políticos en la CDMX. Y en una de esas hasta integrarse, sin afiliarse a Morena, al futuro gabinete de Claudia Sheinbaum, si gana las elecciones.

Eso es lo que los viejos políticos de su partido se niegan a ver y creen que con las debilitadas estructuras se van a seguir sosteniendo.

No alcanzan a leer los signos de la nueva sociedad que busca un cambio.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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