Connect with us

Investigación

La última tarea de Peña Nieto

Sean buenas o sean malas, en la arena internacional se reconoce que en este sexenio se aprobaron reformas constitucionales trascendentes que habían estado paralizadas desde 1997.

Published

on

Por Jorge Samuel del Villar

Estimado Enrique:

Quizás te encuentres deshojando la margarita: AMLO o Meade. El pueblo ya tiene sus sospechas de quién le pudo haber informado al candidato del Sur sobre la reunión secreta con empresarios en Los Pinos. Yo te sugiero siempre apegarte a la ideología y no a los intereses, como Obama abiertamente apoyó a Hillary hasta después del final.

Sean buenas o sean malas, en la arena internacional se reconoce que en este sexenio se aprobaron reformas constitucionales trascendentes que habían estado paralizadas desde 1997. Se dio un paso en la legalización de la marihuana y propusiste que en nuestra ley suprema se abriera la posibilidad de matrimonios igualitarios.

El pueblo mexicano es visceral y pasional. En el Mundial del 86 el presidente De la Madrid fue objeto de un abucheo frente a los ojos del mundo entero, acompañado por el coro: “Paloma Cordero, tu esposo es un …lero”. Durante los siguientes dos sexenios, le aplaudían en lugares públicos y le otorgaron el honor de presidir el Fondo de Cultura Económica.

De los amigos de Fox y los Bribiesca Sahagún, ya nadie se acuerda, y la esposa de Felipe Calderón se ha convertido en la lideresa moral de la política mexicana. Fox y Calderón hicieron todo para que no se pusiera en riesgo, a lo que a sus ojos era, el avance democrático y de libertades que ha tenido el país.

Por otra parte, ya se empieza a analizar en la academia que la corrupción escalofriante que se dio durante tu sexenio, en los gobiernos estatales, podría estar vinculada a reformas legales recientes con respecto al gasto público con afán federalista.

Me parece que tu última medida de Estado debería ser la de estructurar una alianza: Meade a la presidencia; Barrales a la CDMX. ¿Por qué no Anaya a la presidencia? En primer lugar, todo parece indicar que el joven maravilla no es tu mejor amigo. En segundo lugar, sería imposible que el PRI ganara la capital, que al igual que en el 2000, representa la carta a negociar. En tercer lugar, Anaya le sumaría muchos más votos a Meade de lo que Meade le sumaría a Anaya.

La propuesta de Meade ha sido: “Yo soy un candidato ciudadano y sumo el talento de todos los partidos”, mientras que la propuesta de Anaya ha sido: “Voy a combatir al PRI”, por lo que aceptar el apoyo de Meade sería una contradicción para su propuesta de campaña. En cuarto lugar; el ingeniero Cárdenas apoya a Barrales, la última vez que se les vio juntos fue en el Salón México, en donde ella se sentó con cuatro de los siete candidatos a la Jefatura de Gobierno. Quinto, el PRI tiene una estructura que no tiene ningún otro partido.

De ganar el licenciado López Obrador la presidencia, hay dos opciones. Si el pueblo te percibe como la persona que le entregó la Jefatura de Estado, te convertirás en un ex presidente vulnerable, a pesar de las ofertas que AMLO te haya hecho. Si te apegas a defender hasta el último momento los principios socio-político-económicos en los que has creído toda tu carrera, en automático tú te convertirías en líder moral para la gente que cree en los maniqueamente llamados principios democrático-liberales.

Esto sucede frecuentemente en las democracias parlamentarias, como las europeas. Cuando el líder de la oposición toma el poder, el antecesor por antonomasia asume un liderazgo indiscutible. Finalmente, es más sencillo y cómodo ser opositor a ser gobernante. En ese escenario, si el López Obrador quisiera utilizar herramientas legales en tu contra, a pesar de su repetido compromiso público a no hacerlo, te convertiría en mártir.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Continue Reading
Advertisement Article ad code

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes