Si creía que iba solo en su lucha por ser el primer alcalde en Cuajimalpa a partir de 2018, al diputado priista Adrián Rubalcava le espera una verdadera tormenta azul en caso de que se concrete el Frente Ciudadano… y, si no, también.
Resulta que en esas tierras, el diputado panista Gonzalo Espina ha ido planchando su camino hacia la candidatura y, según las cuentas de los suspiritosazules, los números le dan para ser el primer alcalde de la zona.
En 2012, Rubalcava llegó de última como delegado vía el Partido Verde Ecologista de México, luego de que René Bejarano negoció su candidatura por parte del PRD en favor de Luis Rosendo Gutiérrez, exfuncionario de Marcelo Ebrard.
En ese entonces, el hoy diputado local se rebeló al de las ligas y a su propio partido y se lanzó apoyado por el PRI y los verdes a la candidatura, la cual ganó y desde entonces se convirtió en el nuevo cacique de la zona.
Se posicionó en el territorio y en 2015 refrendó su poderío ganando la diputación local, la delegación para Miguel Ángel Salazar y hasta una diputación federal para la entonces desconocida Paola Félix, quien luego lo traicionó y se fue a Morena.
Hasta hace unas semanas, todo el mundo creía que el triunfo de Rubalcava como alcalde, el año entrante, sería mero trámite, pues en el territorio y en las redes sociales es quien mayor activismo registra, pero la cosa puede cambiar.
Los líderes del panismo en Cuajimalpa ya se pusieron de acuerdo y en el PAN capitalino dieron por válido el acuerdo de Espina con su colega Ernesto Sánchezpara ir en busca de la primera alcaldía.
Lo datos duros del PAN contra la estructura que ha podido armar Rubalcava son cerrados, y se piensa que, sumando al sector que aún controla el PRD, es superior a la del priista y con ellos le darían la vuelta.
Por Cuajimalpa se ha dejado ver de nuevo Luis Espinoza Cházaro, excandidato perredista que en 2015 compitió por la delegación ante Salazar y perdió, pero esta vez no busca la candidatura, sino para apoyar a los panistas desde la tribuna amarilla.
A Cházaro no le desagradaría acceder a una curul, sobre todo federal, y no tendría inconveniente en apoyar a Espina para la alcaldía a cambio de lograrlo.
En el PAN tienen la certeza de que incluso si no se lograra la integración del Frente Ciudadano con el PRD y el Movimiento Ciudadano, con los números del PAN les alcanzaría para ganar la demarcación.
Dicen que incluso en la pasada elección intermedia Camilo Campos, quien fuera abanderado blanquiazul, quedó cerca del ganador, a pesar de no haber hecho una campaña adecuada y de —según algunos panistas— haber bajado el ritmo ante Rubalcava.
Los azules hacen números y sus cuentas los animan a lanzarse, pues creen que de saque son bastante competitivos por sí mismos, pero prácticamente invencibles si van con el Frente.
CENTAVITOS… Luego de los sismos de 1985, por instrucciones del gobierno federal, Pepe Parcero se hizo cargo del organismo para reconstruir la ciudad. El priista se pasmó tan sólo por la falta de legalidad del uso de suelo y después se perdió, al grado de ser relevado por Manuel Aguilera. Años después reaparece como delegado en GAM, de donde sale huyendo de una orden de aprehensión por transa.
Ahora resulta que es asesor de Dunia Ludlow en lo referente a la Ley de Reconstrucción que Mancera envió a la ALDF. La priista iba muy bien en sus críticas a esa disparatada ley… hasta hacerse acompañar de Parcero.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/11/14/1201053
