Ninguna sorpresa se vivió ayer en la sesión extraordinaria de la ALDF, donde se modificó la Ley de Reconstrucción, que concentraba en tres diputados el destino de miles de millones de pesos para la atención a los damnificados del sismo en la CDMX.
El dictamen, aprobado una noche antes en comisiones, se leyó y se discutió sin cambio alguno, pero eso no evitó un candente intercambio de intervenciones entre diputados de todas las fracciones.
Aunque los legisladores de Morena reclaman para sí el triunfo por estas modificaciones, que tanto el Gobierno capitalino como integrantes de la Comisión para la Reconstrucción exigían, la verdad es que no fue así.
El primero en denunciar el abuso de atribuciones que se habían otorgado los diputados para este tema fue el candidato priista a la CDMX, Mikel Arriola, que luego fue secundado por una impugnación de los morenos ante la Suprema Corte.
Después se sumó Miguel Ángel Mancera a la petición, aunque los cambios se concretaron ayer, sus aliados en Donceles tardaron al menos tres semanas en hacerle caso.
El miércoles les dio un día para rectificar y todo se cumplió la pie de la letra, no sin antes registrarse un debate bastante sabroso, en el que participaron Leonel Luna, Jorge Romero y Mauricio Toledo, señalados como “secuestradores del dinero”.
Y aquí se produjo una auténtica revelación, pues Luna se soltó al micrófono repartiendo leña a sus enemigos y hasta haciendo gala de un humor poco conocido. Se fue duro y a la cabeza contra enemigos, pero sin exabruptos y hasta con estilo.
De Romero es bastante conocida su habilidad para la oratoria, de la cual volvió a hacer gala, y Toledo también buen tribunero, se notó un poquitín apagado. Pero el asunto es que la misión se cumplió.
Con la aprobación a estas modificaciones, el jefe de Gobierno queda en libertad de tomar la candidatura al Senado que le ofreció el PAN, y cuya aceptación él mismo condicionó a que la capital tuviera una nueva ley.
A partir de ayer corre el tiempo para que Mancera oficialice, a más tardar el próximo miércoles, su salida definitiva de la administración capitalina, sin importar que al final la Corte pueda decidir en contra de su postulación al Senado, que ya fue impugnada.
Entre los principales pendientes a resolver hay básicamente dos. El primero es decidir qué va a pasar con la Comisión de Reconstrucción de la CDMX, que quedó prácticamente aniquilada con la renuncia de varios integrantes.
El segundo y quizá más importante, es a quién dejará al frente del Gobierno, pues se necesita un perfil que conjunte lealtad y eficiencia, pero que, al mismo tiempo, sea un operador político adiestrado y temido ante la contienda electoral que vendrá.
Y eso no está nada sencillo, aunque lo único seguro es que los días de Mancera al frente de la administración de la capital están más que contados.
CENTAVITOS… Una vez que quedó claro que el PVEM no irá como aliado del PRI en la capital, trascendió que entre los candidatos a alcaldes que presentará en la ciudad está la actual diputada local Eva Lascas para Xochimilco. Nada tontos los verdes, pues saben que la legisladora tiene arraigo y aceptación en esa tierra, donde es muy querida, sobre todo en la zonas de las chinampas y las trajineras, y aunque es complicado que obtenga el triunfo, está claro que les puede aportar muchos votos para lograr plurinominales. La cosa es ver cómo le van a pagar a Lescas el sacrificio que hará en la candidatura por la alcaldía en caso de no ganar. Igual podría ser una importante concejal.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2018/02/23/1222278
