Lo que se preveía como una rebelión al interior de Morena por la repartición de las candidaturas a diputaciones locales fue controlada de la manera menos esperada: se privilegió a los advenedizos y se dejó fuera a los de casa.
Si bien es cierto que el partido incluyó a fundadores en sus listas, también lo es que cedió espacios a perredistas que se adhirieron de última hora.
Por ejemplo, a pesar de no tener un solo consejero local en Morena, a Jesús Valencia le concedieron tres de los cuatro espacios que pidió: Lety Carrera irá al Distrito 27; Lupita Aguilar, al 31, y Miguel Macedo, al 28.
Aunque Clara Brugada será la candidata a alcaldesa en Iztapalapa, no se le concedió ninguna diputación, por lo que gente como Paco Diego —por ejemplo— accedió a bajarse en espera de un hueso en la administración municipal.
También se entregó el Distrito 24 a Efraín Morales, papá de Carlos Augusto y Efraín Jr., que, tras ser derrotados en 2015, vivieron de la caridad de Alejandra Barrales en la Secretaría de Educación —donde les dio espacios— y a la que traicionaron.
Lo mismo a Miguel Álvarez Melo, hijo de La Güera Melo —dirigente de comerciantes en Iztapalapa—, aunque le dieron el Distrito 21, que es la zona de Ejército de Oriente, uno de los bastiones de la delegada Dione Anguiano y de su sobrina Karen Quiroga.
Y, aunque lejos de Iztapalapa, también llama la atención la candidatura que Morena le dio al experredista Alberto Urincho para el Distrito uno de Gustavo A. Madero, de donde es diputada la perredista Nora Arias.
Habrá que recordar que ése es el distrito más seguro de la agrupación Fuerza Democrática, que comanda el exdelegado Víctor Hugo Lobo, a quien Urinchotraicionó desde San Lázaro, por lo es toda una provocación.
Estos son algunos ejemplos de cómo la jugó Morena, al privilegiar a los “impuros” —como los calificó a principio de semana Héctor Serrano— y sacrificar a los “puros”, que tienen la promesa de integrarse al gobierno, evitó la rebelión.
En cambio, el PRD acumuló otra baja: el exdelegado Higinio Chávez dice adiós y abre otro hueco a los amarillos en la zona de los pueblos de Tlalpan.
CENTAVITOS… Con el pretexto de abanderar a locatarios del incendiado Mercado Hidalgo, las diputadas priistas Dunia Ludlow y Cynthia López Castro se dieron tremendo encontronazo. Cuando Cynthia iba a subir un punto de acuerdo, lo poco de la bancada tricolor en el recinto despareció, lo que fue interpretado por la ponente como un intento de su partido por reventar la sesión. Pero el pleitazo que traen es por la plurinominal que el PRI le dio a López Castro y que molestó a Dunia.
En una carta enviada a este espacio, Ludlow califica de ilegal la nominación de su compañera, aunque niega ser la promotora de la impugnación o de una rebelión interna. Sin embargo, en una penosa conversación en un grupo de WhatsApp ambas se escudan en José Antonio Meade. Cynthia asegura que Meade está contento y Dunia dice que cada quien se haga cargo de sus actos.
En el intercambio, López Castro califica a su colega de ridícula, envidiosa y mala vibra, entre otras cosas, hasta que Beatriz Cervantes, integrante del chat, les pide que le bajen, que están en público.
Por cierto, Dunia jura no estar detrás de la impugnación, pero quien impugnó a Cynthia fue Gema Vargas Mori, casualmente en la nómina de Ludlow de la Asamblea Legislativa, con una plaza HD3 del área de Módulos, con un sueldo de seis mil 653 pesos con 56 centavos al mes. Santas casualidades.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2018/03/23/1228119
