Luego de hacer una burda maniobra para subir en la lista de plurinominales para San Lázaro, el diputado local Leonel Luna Estrada estaría en peligro de bajar en el listado que registre su partido ante el INE.
De acuerdo con los estatutos del PRD, las candidaturas se reparten por igualdad de género hasta el cuarto lugar, y el quinto se deberá asignar a un joven de hasta 30 años.
Como en la repartición de plurinominales los amarillos designaron a Héctor Serrano Cortés como número uno y a Mauricio Toledo como tres, correspondía las número dos y cuatro a una mujer.
El número cinco sería para un joven y después otra mujer, lo cual mandaría a Luna hasta el lugar 7 de la lista, considerada zona de alto riesgo, pues en ese lugar no hay garantía de que entre.
Para brincar ese inconveniente, a la mera hora y sin avisar se modificó el dictamen para bajar a Elizabeth Mateos de la lista como número cuatro, violando el acuerdo inicial.
¿En qué beneficiaría ello a Luna si no tiene menos de 30 años ni es mujer?, pues en que Vanguardia Progresista reservó el lugar cuatro para una mujer, pero además menor de 30, con lo que mataría dos pájaros de un tiro.
Es decir, cumplirían con el requisito de ceder espacio a una mujer que, a la vez, sea menor de 30 años, con lo que el lugar número cinco quedó a disposición del líder de la ALDF.
Por supuesto que la sucia jugada encabritó a Mateos, quien el domingo por la noche amenazó con dejar el PRD, lo que significaría para ese partido perder, al menos, otros 70 mil votos en las elecciones de julio en la CDMX.
La burbuja de Vanguardia cree que la diputada terminará su pataleo en breve, pues tendrá que privilegiar el que le hayan dejado poner candidata en Iztacalco, posición que quedó, también, reservada por si las dudas.
¿Pero qué necesidad de más porquerías en la elección interna de aspirantes? Parece que el PRD en realidad no está consciente de que lo que hace falta son votos y no divisiones.
Ahí está pendiente lo de Iztapalapa, lo de Tlalpan con los exbejaranistas resentidos que aún tienen territorio.
También está el maltrato a Julio César El Nenuco Moreno, otro de sus líderes territoriales a quien si bien es cierto le dejaron la Venustiano Carranza —su bastión— y Tláhuac, donde gobierna Morena, a él lo echaron.
Y podrá ser buena estrategia no haber pedido una candidatura para él en la CDMX, pero el hecho de que ADN lo haya tenido que hacer candidato a diputado federal ¡por Neza!, huele a destierro.
Por lo pronto, Mateos amenaza con ir al Tribunal Electoral y revertir la nominación de Leonel, quien no tenía ninguna necesidad de ello, pues en Álvaro Obregón ganaría un distrito federal sin problema.
Habría que preguntar en el equipo de Serrano por qué si Luna tiene un territorio más amplio y más posiciones tuvo que ir debajo de la lista de su compañero Toledo.
La fiebre amarilla sigue encendida y puede terminar en quemazón.
CENTAVITOS… Lo que Miguel Ángel Mancera debería de hacer es irse ya del gobierno de la CDMX y dejar de jugar a que lo está pensando, antes de que siga temblando. Ayer dio un informe que pareció de despedida acerca de la reconstrucción de la capital, la que, por cierto, no encabezará, faltando a su promesa. Su informe refleja que a pesar del tiradero y el desorden que hay en la materia, él se va como candidato a senador plurinominal de Acción Nacional ¡por Chiapas! De un plumazo Mancera dejó de ser de izquierda y de ser chilango.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2018/02/20/1221457
