Adrián Rueda
Por si Claudia Sheinbaum no tuviera suficiente con los graves problemas de la ciudad, cada vez es más claro el desgajamiento de la fracción de Morena en Donceles, donde el dinero y el poder ya los partió.
Uno de los más activos es el monrealista José Luis Rodríguez, quien ha tratado de cobijar a sus compañeros que han sido ignorados por la cúpula de privilegiados, cuyos integrantes ya se agandallaron hasta las grapas del Congreso.
Dicen que Rodríguez, quien es uno de los dos vicepresidentes de Morena en Donceles, le ha dado trato no sólo a sus compañeros de partido, sino incluso ha generado algunas simpatías entre la oposición.
A pesar de ello, hay algunos “relegados” que piensan que su compañero sólo los utiliza para presionar en el interior de la bancada por más espacios, aunque aún le dan el beneficio de la duda.
El otro grupo lo encabeza Valentina Batres, de quien, dicen, no ha respetado ni las formas para copar con sus cercanos todos los lugares donde haya dinero, incluyendo unidades administrativas.
Presumiendo el apoyo de su hermano, el senador Martí Batres, Valentina ha hecho y deshecho no sólo dentro de la fracción, sino en la Junta de Coordinación Política, que es el máximo órgano de gobierno del Congreso.
Y todo en las narices del coordinador, Ricardo Ruiz, al que le pasa como al Mandibulín de la vieja caricatura, cuya frase era: “Ya nadie me respeta”.
Y si dos grupos ya eran muchos, considerando que en la primera reunión con su fracción, aún como jefa de Gobierno electa, Sheinbaum les advirtió que no toleraría tribus en el Congreso, en una de ésas, se forma un tercero. Porque dicen que legisladores como Guadalupe Morales, Guadalupe Chavira y Antonio Temístocles Villanueva, entre otros, andan sueltos al no tener cabida en los dos grupos conformados y, en una de ésas, podrían hacer su ronchita para ser la balanza cuando surja mayoría calificada.
Y, mientras, la grilla está a todo lo que da en el interior de la bancada, sus diputados siguen patinando en lo individual, como Carlos Castillo, quien ayer denuncia ante la Contraloría al alcalde de Coyoacán, Manuel Negrete, por regalar tinacos.
Parece que Carlitos ya olvidó que ésa es una de las prácticas que él mismo tiene bien aprendidas, pues en sus épocas de perredista era de los más activos con las despensas, los programas sociales y, por supuesto, con los tinacos.
Al grado que hasta René Bejarano reconocía sus habilidades; lo que no aprendió fue a no abrir la boca cuando no se sabe.
Y es que luego de presentar la denuncia, el moreno declaró que los tinacos se entregan a los simpatizantes del PRD que votaron por ese partido, y que si se hubieran entregado a todos no habría problema.
¿O sea que el problema no es entregar tinacos, como denunció, sino que se los den sólo a los del PRD?
Si alguien requiere de un abogado algún día… ya saben a quién no acudir.
CENTAVITOS… Como lo prometió en su campaña por la dirigencia local: si ganaba la presidencia del PAN abriría el partido a la ciudadanía y le quitaría un poco lo fifí, el exdiputado Andrés Atayde anunció que abrirá nuevas carteras en el Comité Regional de la CDMX, para que personas de la sociedad civil participen en la vida del albiazul. Igual dijo que invitaría a quienes fueron sus oponentes internos a ocupar posiciones en la dirigencia, y ya armó un grupito bastante plural para relanzar a los suspiritos azules. Al parecer no todo será circo con Atayde.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/se-parte-morena-en-donceles/1291982
