Esperanza Barajas
El Congreso de la Ciudad de México se convertirá a partir de septiembre en la primer aduana para el gobierno de Claudia Sheinbaum, cuando el PAN tome el control de uno de los órganos de gobierno dentro del Poder Legislativo, la Junta de Coordinación Política (Jucopo). La oposición tiene la oportunidad de desempeñar un papel relevante como cogobierno o cuña.
Mucho han criticado los diputados de oposición al grupo mayoritario, este es su momento para marcar una línea que haga notar la diferencia. El PAN no se ha hecho sentir como segunda fuerza en la ciudad, quizá perdieron la práctica.
Durante los últimos dos sexenios los panistas fueron una oposición cómoda para el gobierno, había un entendimiento con el gobierno de Marcelo Ebrard, a veces estridentes pero respaldaron las decisiones importantes; con Miguel Ángel Mancera la relación fue miel sobre hojuelas. Es momento de ver si quieren hacer cogobierno con Claudia Sheinbaum o jugar el papel de fuerza política antagónica.
En un escenario tan polarizado y con una fuerza política tan fuerte, como es Morena, es importante contar con una oposición sólida, lo que no hay ni en la ciudad ni en el país.
El grupo parlamentario de Morena ha tenido el control del Congreso desde septiembre de 2018, en el primer año de la Legislatura asumieron los dos órganos de gobierno. La Jucopo la encabezó inicialmente Ernestina Godoy, después Ricardo Ruiz; la mesa directiva con Jesús Martín del Campo a quien enviaron al PT y así le dieron la vuelta al impedimento constitucional.
Hasta el momento el paso de Morena en el Legislativo se ha distinguido por los tropiezos en la práctica parlamentaria, la disputa por los cargos y espacios administrativos, la división en grupos y la falta de coordinación con la jefa de gobierno para trabajar en torno a una agenda común.
Por primera vez se observa un gobierno capitalino al que le falta la operación política con sus legisladores, pocos son los temas de interés para Claudia Sheinbaum que se discuten en el Congreso. Hace unos días, a penas se presentó la iniciativa de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Ni a los diputados de Morena ni al gobierno capitalino parece incomodarles que el Congreso ordene la publicación de leyes porque al Ejecutivo se le pasó el periodo; ni tampoco que vengan arrastrando una importante cantidad leyes secundarias que les obliga la Constitución; mucho menos que tengan que ampliar los plazos porque no pueden cumplir.
Ahora que está por cerrar el primer tercio de la Legislatura puede verse que pudieron aprovechar mejor el tiempo, pues tendrán al coordinador del PAN, Mauricio Tabe al frente de la Jucopo y eso puede meterles mucha presión.
El artículo 29 de la Constitución de la Ciudad de México establece que los grupos parlamentarios de mayor representación tendrán acceso a la presidencia de los órganos de gobierno. Morena es mayoritario, el segundo es el PAN, en el tercero hay un empate entre PRD y PT, gracias al movimiento de Martín del Campo, eso quiere decir, que en el segundo año de la legislatura los morenos tomarán el control de la mesa directiva a partir de septiembre y los azules de la Jucopo.
“El Congreso de la Ciudad de México contará con una mesa directiva y un órgano de coordinación política que reflejarán en su composición la pluralidad y proporción de los grupos parlamentarios que integren el pleno. Sus presidencias serán rotativas año con año y no podrán depositarse simultáneamente en representantes de mismo partido”, se estableció en la Constitución.
El segundo año será determinante para los objetivos de cada fuerza política, porque en el tercero ya todos tienen los ojos puestos en las elecciones de 2021, vienen muchas bajas de los legisladores que querrán reelegirse o dar el brinco a la Cámara de Diputados o alguna alcaldía.
Los diputados le han quedado a deber a los habitantes de la ciudad, porque aun no se siente el cambio de régimen, no han hecho el entramado legal que siente las bases, por el momento todo sigue igual.
