Vaya que se necesita ser cínico —por decirlo de manera lo menos ruda posible— para ser ratas de dos patas, llevarse carretadas de dinero del pueblo a sus bolsillos y luego acusar al gobierno de la CDMX de malgastar los recursos públicos.
En conferencia de prensa encabezada por su coordinador, César Arnulfo Cravioto, los diputados de Morena en la ALDF acusaron al gobierno de Miguel Ángel Mancera de gastar a manos privilegiando a organismos descentralizados.
Según ellos, entes como el Tribunal Superior de Justicia del DF o la Secretaría de Seguridad Pública, entre otros, no justifican el incremento al presupuesto de este año. Dicen que tampoco lo justifican la Secretaría de Finanzas, el Instituto Electoral y el Tribunal Electoral del DF, pues, según ellos, el gobierno de Manceray sus diputados parecen estar pagando favores de manera anticipada.
Y se podrá debatir sobre el tema, pero no tiene moral que quien hace la denuncia de fondos públicos malgastados sea el diputado más flojo de todo Donceles y sus alrededores.
Bueno, sin que se vaya a sentir el nuevo aliado de Morena, el petista Pepe Benavides —se cuece aparte—, pero después de él Cravioto es de los que no ponen un pie en el trabajo, y cuando de milagro se aparece, nada más no hay quien lo haga chambear.
Es una burla que el líder de los diputados que más aviadores tienen en la ALDF, situación que Iván Texta y Mauricio, Toledo les comprobaron con documentos, sea el que salga a denunciar “despilfarros” del gobierno mancerista.
¿Pues qué no Toledo los acusó en tribuna de embolsarse más de 100 millones de pesos al año en pago de nóminas fantasma y nadie lo pudo desmentir?
Porque en la conferencia de ayer estaba la mayoría de los señalados como empleadores de familiares que no trabajan
—igualito que ellos—, pero eso sí, cada quincena iban por los cheques financiados por el sudor de los capitalinos que sí trabajan.
¿O a poco no?, es pregunta para los diputados Bety Rojas, Félix de la Cruz o el mismo Arnulfo Cravioto, quienes tenían como aviadores a hijos, sobrinos, tíos y hasta al cuñado de su líder en la CDMX, Martí Batres Guadarrama.
¿En serio ellos denuncian despilfarro de recursos públicos cuando son los primeros en robárselos?
Los morenos deberían entender que luego de sus aviadores en la ALDF, de los moches de la maestra Delfina, de las recaudaciones de Eva Cadena o de los contratos millonarios a financieros del partido en Tláhuac no tienen autoridad moral para denunciar corruptelas.
Si van a hablar de corrupción, mínimo deberían evitar que las denuncias las haga el más pillo de Donceles.
CENTAVITOS… Y hablando de los morenos, el domingo, tres delegados de ese partido “destaparon” a Claudia Sheinbaum como su candidata para la CDMX en el 18. Se supone que los estatutos del partido prohíben ese tipo de manifestaciones, pero lo más delicado para doña Claudia, cuyas aspiraciones, por supuesto, son legítimas, es quiénes la destaparon: Rigoberto Salgado, metido en problemas por presuntos contratos chuecos y acusaciones de permitir acciones del crimen organizado en Tláhuac; Avelino Méndez, con las gaseras que puede hacer estallar a miles de familias en Xochimilco. Con Pablo Moctezuma, quien no llegó por estar enfermito, Sheinbaum no pierde mucho, ya que el delegado en Azcapotzalco no es muy adicto al trabajo. Dicen que en campaña sólo asistió a dos eventos y que todo el trabajo para que ganara lo tuvo que hacer el equipo de calle, pues eso de trabajar mucho no se le da.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/07/04/1173503
