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Investigación

En alerta, los faros de artes y oficios de la CDMX

Preocupa que pierdan su vocación y la homologación de sueldos.

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Vicente Gutiérrez / El Economista

Los trabajadores de la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) Aragón y Milpa Alta están en alerta ante los cambios que se avecinan: el proyecto millonario de Pilares y por la incertidumbre en sus sueldos.

“A la fecha no tenemos ninguna certeza laboral, sólo la advertencia de que nuestro primer pago del año será en marzo y que después de ese mes los sueldos se reducirán en nombre de una homologación administrativa que, dicen, es instrucción de la jefa de Gobierno”, señaló el equipo que administra, opera y construye estrategias enfocadas en la pedagogía, vinculación comunitaria, programación, formación de públicos, difusión y producción audiovisual de Faro Aragón.

Los firmantes, en una carta dirigida a la Secretaría de Cultura de la CDMX, aseguraron que están a favor de la defensa del actual proyecto de Faro Aragón, proyecto sin precedentes en nuestra ciudad, e incluso en nuestro país, que se ve amenazado.

“Exhortamos a las autoridades de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México a informar debidamente a la ciudadanía en torno a que Faro Aragón no será un Pilar. Personal de la Secretaría de Educación se presentó para tomar medidas del recinto para la adecuación del espacio. La confusión y la falta de información al respecto nos parece un tema muy delicado”, expresó.

 

Homologación de sueldos

Una de las preocupaciones de la homologación de sueldos es que no se pueden comparar proyectos de un faro a otro, simplemente porque cada uno tiene necesidades diferentes.

En el año 2000, se inauguró en el oriente de la ciudad de México la primera Fábrica de Artes y Oficios de Oriente). La transformación y evolución de esta primera fábrica, reconocida nacional e internacionalmente, dio como resultado que, por un lado, se fundaran más en las décadas siguientes, y por otro, que todas ellas se articularan en la Red de Fábricas de Artes y Oficios de la Ciudad de México, que atiende anualmente a 350,000 usuarios.

Benjamín González, director general de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura de CDMX, fue uno de los impulsores de la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente junto con Agustín Estrada, exdirector de la Red de Faros.

Hasta ahora, la red está constituida por las fabricas de Aragón, Indios Verdes, Milpa Alta-Miacatlán, Oriente y Tláhuac, y se planea abrir tres más.

Hace unos días, cuatro trabajadores del Faro Milpa Alta renunciaron por irregularidades en el proceso de elección del nuevo director mediante una carta dirigida a Alfonso Suárez del Real, secretario de cultura de la CDMX.

Pero Eric Mendiola Ochoa, el nuevo director del faro, comentó: “Hubo unas votaciones con 20 candidatos y hubo entrevistas y campaña y exposición de propuestas”.

Un tema que les preocupa a los trabajadores de los faros es que, para este año, se destinaron 17 millones de pesos para la operación de la Red de la Fábricas de Artes y Oficios, mientras que el Gobierno de la Ciudad de México invertirá 2,000 millones de pesos para los Pilares (Punto de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes), un nuevo proyecto de la jefatura de Gobierno a cargo de Benjamín González, que estima 150 espacios para este año y 300 a lo largo del sexenio y que se ubicarán en zonas de mayor marginación social y violencia.

“No sé sí sea una revancha de Benjamín contra los faros, pero me queda claro que los faros no son prioridad en el nuevo gobierno de la CDMX”, explicó un tallerista que prefirió resguardar su nombre ante posibles represalias.

Hasta ahora, la jefa de Gobierno ha inaugurado 13 Pilares de 25 que prometió en los primeros 100 días de su administración.

Arturo Saucedo, experto en política cultural, opinó: “Los faros son una red de espacio de formación cultural, difusión y promoción de la cultura. Han representado una gran inversión de recursos y son centros culturales, por lo que el gobierno de la CDMX tendría que hacerlos prioritarios para dar acceso a la cultura. No nos explican por qué cambian sobre esta nueva política pública y, ya que son tantos recursos, debieron haber hecho un estudio de impacto cultural y un análisis de costo-beneficio. ¿De dónde surge la idea? ¿Qué resultados habrá? ¿En cuánto tiempo? Sobre todo, ¿por qué se busca invertir 2,000 millones en un proyecto que parece más clientelar que cultural?”.

 

Un faro de cine

En el caso del Faro de Aragón, el concepto de lo audiovisual es una herramienta cuyo uso se ha normalizado y estandarizado y hoy se ve amenazado por las nuevas autoridades.

El cineasta Julio Carlos Ramos, quien hasta hace unos días fue maestro en Aragón, señaló que “se le destina una cantidad muy baja del presupuesto a los faros y se le está destinando todo a los Pilares y se está proponiendo que los maestros que dan clases ahí también den clases en los faros por un poco más de dinero. Pero en el Faro de Aragón se necesita gente que se especialice en cine”.

Las nuevas autoridades no quieren que el Faro Aragón sea especializado en cine porque no creen que alumnos egresados del espacio puedan trabajar en el mercado laboral.

Dentro de esta polémica, se registró un intento de robo dentro del Faro Aragón que fue denunciado ante las autoridades.

“Estamos construyendo un espacio fundamental a través de la educación no formal y ofrece una posibilidad ante la hegemonía de las escuelas de cine tradicionales CUEC o CCC”, señaló Julio Carlos Ramos, quien, tras dos años y medio impartiendo talleres de cine a jóvenes sin recursos económicos, decidió renunciar.

En el Faro se realizan cortometrajes, documentales y videoclips con éxito apoyados por cineastas mexicanos.

“Hay una decisión de que Manuel Trujillo García, director del Faro Aragón, salga. Los trabajadores y alumnos queremos que se rectifique al director actual durante dos años más y que se mantenga el modelo actual focalizado en el cine”, explicó el entrevistado.

Benjamín González, director general de Vinculación Cultural Comunitaria, convocó a infinidades de asambleas “donde se perdía mucho tiempo y en cada una me acusó de que yo malutilicé el equipo del Faro para una producción y no es cierto y no le voy a permitir que se cuestione mi honestidad. Yo estoy haciendo trabajo social porque me gusta”.

 

A la nueva subdirectora le gusta el perreo

Otro de los temas cuestionados es la elección de la subdirectora de los faros, Yojana Jautzin Pupuri Melchor Campos, de quien aseguran que no tiene la experiencia para el puesto y viene de ser promotora cultural en la delegación Tlalpan durante el periodo en que Benjamín González fue director de Cultura Comunitaria de la demarcación sureña.

En una de las reuniones con los trabajadores del Faro Aragón, Yojana Jautzin Pupuri Melchor Campos les dijo a los talleristas que uno de sus grandes proyectos para los faros era el twerk.

“Es el taller de perreo. Orita, si sales a la calle muchas compañeras vecinas estarían dispuestas a venir con nosotros a bailar reguetón y tener un contenido más allá que revise las problemáticas sociales, de género y de cierto tipo de actividades y talleres que nos puedan ayudar”.

A lo que trabajadores le contestaron: “¿Talleres de perreo? por favor, hay que ser más serios”.

Finalmente, Benjamín González, director general de Vinculación Cultural Comunitaria, detalló que “no se ha pedido la renuncia de nadie en ningún Faro, pero sí habrá homologación de sueldos debido a que, como su nombre lo indica, se trata de una Red de Faros de la Ciudad de México. Ante la preocupación de que el Faro Aragón pierda su vocación, se aseguró que seguirá con su carácter de formación audiovisual”.

Sin embargo, algunos trabajadores ven con recelo las decisiones que se están tomando alrededor de la red de Fábrica de Artes y Oficios.

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