Recién desempacado de Coahuila, a donde anduvo varias semanas haciendo trabajo proselitista para Morena, el coordinador de ese partido en la ALDF, César Arnulfo Cravioto, denunció ayer que no lo dejaron participar en los debates para las nuevas leyes.
Y, efectivamente, Arnulfo no participó, pero por dos sencillas razones: la primera es que, por decisión de él, ningún diputado moreno se integró a las comisiones legislativas y el reglamento interno marca que, por ese motivo, están fuera.
Pero, a pesar de ello, el panista José Manuel Delgadillo les abrió la comisión que dictaminó las leyes para que tuvieran voz, pero Cravioto no lo hizo por la sencilla razón de que ni siquiera en la ciudad estuvo las últimas semanas.
Y está cañón que quiera debatir si no está presente. Anduvo por Coahuila en la campaña de Morena para la gubernatura, que, por cierto, tiene perdida ese partido.
Habrá que recordar que lo mismo hizo el año pasado en Oaxaca, a donde fue a “apoyar” al candidato de su partido y fue apaleado. O Arnulfo está salado o de plano los morenos no pierden el tiempo con él y lo mandan donde el asunto está perdido de antemano.
Como quiera, se presenta a Donceles justo el día en que el perredista Mauricio El Tomate Toledo, presidente de la Mesa Directiva de la ALDF en este periodo extraordinario, pidió formalmente la baja del coordinador legislativo de Morena, por holgazán.
El reglamento al que se apega la petición es muy claro y señala que si un legislador se ausenta por cinco sesiones consecutivas sin justificar sus faltas, se procederá a llamar al suplente, cosa que ocurrió.
No se sabe aún si la petición va a proceder, pero lo que queda claro es que Cravioto, uno de los principales impulsores de que a seis de sus compañeros los suspendiera su partido por abstenerse en una votación, no tiene empacho en cobrar sin trabajar.
Parece que en su partido es más importante la obediencia ciega de sus diputados, aunque ello cause perjuicio a los habitantes de la CDMX, que corrían el riesgo de quedarse sin presupuesto este año que presentarse a trabajar en favor del pueblo que los eligió.
No se puede estar ausente durante más de un mes y llegar el mero día que se discutiría el dictamen de la nueva Ley Electoral de la capital a quejarse de que no fue tomado en cuenta y tratar de reventar la sesión.
Qué fácil es para los morenos no trabajar ni dejar que los demás trabajen. Estar cachando sólo asuntos mediáticos para llevar agua a su molino y tratar de engañar a la gente acerca de que defienden a los ciudadanos sólo porque votan todo en contra.
Además, están en contra de lo que ellos mismos aprobaron en la Asamblea Constituyente, así de incongruentes son, salvo honrosas excepciones, como la del diputado José Alfonso Suárez del Real, que es de los que más trabajan no sólo en Morena, sino en Donceles.
CENTAVITOS… “No me ayudes, comadre”, seguramente le gritaron a la embajadora de Venezuela en México, María de Lourdes Urbaneja, por haber subido a su cuenta de Twitter un mensaje de agradecimiento a Morena por “el apoyo a la República Bolivariana de Venezuela”.
El cumplido cae en mal momento, pues los morenos han batallado para hacer creer que no los liguen con Hugo Chávez y ahora no pueden negarlo; a ver si no se espantan sus votantes mexiquenses el próximo domingo.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/05/31/1166698
